El diputado y probable ministro de Desarrollo Social del gobierno entrante, Daniel Arroyo, destacó que para el plan contra el hambre buscará la participación de opositores. "Queremos incorporar gente de la oposición y de otros partidos porque en esto hay que eliminar la discusión electoral", dijo y anunció que después del diez de diciembre, cuando se de inicio al plan, realizarán una convocatoria formal abierta para que los adversarios políticos del Frente de Todos integren el Consejo Contra el Hambre que incluirá también a sectores empresariales, sindicales, religiosos y de la política.
"Creemos que lo primero que tiene que salir de la grieta es el tema del hambre", afirmó a PáginaI12 Arroyo, que según indicó el presidente electo en estos días "es muy difícil que no sea el ministro de Desarrollo Social". Abordar la problemática del hambre es uno de los primeros objetivos que se planteó el Frente de Todos al profundizarse la crisis económica y social producto de las políticas del presidente Mauricio Macri y sus aliados. "Vamos hacer todo lo posible para que sea la política de Estado del siglo XXI", destacó el diputado que también fue ministro del área social en la provincia de Buenos AIres durante la gestión de Daniel Scioli.
"Creo que el gobierno de Alberto (Fernández) va a ser un gobierno de diálogo y de capacidad de gestión. El plan contra el hambre genera un consenso entre todos los sectores", afirmó Arroyo anticipando algunas de las características con las que gobernará el FdT. El legislador indicó que sumarán a dirigentes de organizaciones y movimientos sociales porque "son parte de la solución" y con quienes tiene "contacto permanente". El plan contra el hambre se basa en dos premisas: "no puede haber hambre en la Argentina y tiene que haber un mayor acceso a los alimentos. Es decir que se garantizará un acceso a los alimentos básicos a los sectores más vulnerables y se bajarán los precios de una canasta básica de alimentos que incorpore todos los nutrientes necesarios", explicó el legislador.
"Actualmente hay ocho millones de personas que reciben asistencia alimentaria en el país. De esas, el 20 por ciento tienen chicos menores de seis años. Arrancaremos por ahí", destacó el dirigente y agregó que el sistema con el que se entregará la ayuda será a través de tarjetas. "Vamos a empezar con las madres de chicos menores de seis años y con la gente que organiza comedores, a los que se les dará una tarjeta que permitirá comprar solo alimentos, y no extraer dinero", a diferencia de la Asignación Universal por Hijo.