El expresidente de Bolivia, Evo Morales, teme que la grave situación social que atraviesa el país desemboque en una guerra civil. En diálogo con la agencia EFE, Morales convocó a un "gran diálogo nacional" como único camino viable para acabar con la violencia, y abrió la puerta a la mediación internacional con presencia de la ONU, la Unión Europea y la Iglesia Católica.
"Tengo mucho miedo. En nuestra gestión hemos unido campo y ciudad, oriente y occidente, profesionales y no profesionales. Ahora vienen grupos violentos", advirtió Morales en relación al riesgo de una guerra civil en el país. Morales, asilado político en México desde el 12 de noviembre, aseguró tener "información de primera mano" de que hay "paramilitares organizados" y "pandilleros y drogadictos pagados" por la derecha boliviana para cometer actos de violencia en las calles del país.
El expresidente destacó que con su renuncia buscó frenar las agresiones y la violencia en el país. En ese sentido, dijo arrepentirse de "haber equipado las Fuerzas Armadas" de Bolivia, que cuando Morales llegó al poder en 2006 solo tenían "un helicóptero", y que ahora están usando su armamento "contra el pueblo".
Para el exmandatario no caben dudas de que la mayor responsabilidad recae sobre las Fuerzas Armadas y los policías que conspiraron y se amotinaron. "Ahora están matando al pueblo. Para que no haya hechos de sangre, renunciamos. Pero ahora viene el golpe de Estado y una dictadura con semejante matanza”, destacó. Desde las elecciones del pasado 20 de octubre, al menos 24 personas murieron y 715 resultaron heridas. Las cifras fueron confirmadas en las últimas horas por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).
Morales denunció además que grupos de poder están pagando entre 200 y 300 pesos bolivianos a obreros para "hacer violencia", algo que muchos aceptan dado que su sueldo medio es de 120 pesos bolivianos. Morales tiene miedo de que, considerando ese panorama, se desate una guerra civil en el país. “En nuestra gestión hemos unido campo y ciudad, oriente y occidente, profesionales y no profesionales. Ahora vienen grupos violentos. Pandilleros, drogadictos, pagados. Incluso se han infiltrado en las universidades. Y se organizan como paramilitares”, expresó.
En ese sentido, el líder latinoamericano llamó al pueblo a unirse y evitar la confrontación. "Hago un llamado a mi pueblo, del campo o de la ciudad; pobres, humildes o pudientes que ostentan el poder económico, a que no podemos estar enfrentados peleando. Quiero que dejen esta confrontación", pidió Morales en la entrevista concedida en las oficinas de EFE en Ciudad de México.
Por primera vez en los últimos días, Morales se refirió a su elección como candidato presidencial del MAS, tras permanecer 13 años en el poder. "Tal vez mi error fue aceptar la candidatura que me ofrecieron los militantes y los movimientos sociales. Una candidatura basada en una sentencia constitucional. Quién sabe si fue un error pero a mí me dijeron: 'Evo, tu vida no depende de vos, depende del pueblo'".
Sobre las especulaciones en torno a un posible sucesor, el expresidente destacó que el partido se maneja de manera orgánica, y que es necesario dar el debate puertas adentro, aunque “cueste consensuar quién quisiera ser candidato, quién quisiera ser presidente".
La comunidad internacional
Para poder superar la compleja situación social e institucional que atraviesa a Bolivia, Morales propone un diálogo fluído con mediadores internacionales. “Mi posición es que haya diálogo con mediadores y va a ser por tres cosas: por la vida, por la democracia y por la patria. Qué bueno sería que España o (José Luis Rodríguez) Zapatero, experto en mediación o Pepe Mujica u otros gobiernos se sumen a la mediación para la pacificación”, advirtió.
El exmandatario se mostró molesto con la posición tomada por algunos países de la Unión Europea . “Pero pese a esto, bienvenido, para nosotros el diálogo es importante. Y no solamente la Unión Europea, la Iglesia Católica y también las Naciones Unidas”. Destacó al respecto su buena relación con el presidente de Francia Emmanuel Macron y con la canciller alemana Angela Merkel.
Al igual que en los últimos días, Morales volvió a cargar duramente contra la Organización de Estados Americanos (OEA
). “Yo por lo menos tenía cierta esperanza con la OEA y su auditoría electoral. Pero dieron el informe preliminar, donde se tomaron decisiones políticas. Intenté comunicarme con (su secretario general) Luis Almagro y no se quiso comunicar conmigo. El domingo de madrugada la OEA se suma al golpe de Estado, entre comillas. Esto es un golpismo. Ahora me doy cuenta de qué rol juega la OEA en América Latina. Lo mejor sería revisar, reestructurar, refundar o finalmente enterrar a la OEA”, planteó.
Sobre los intereses externos que motivaron su renuncia, Morales no dudó en culpar a Estados Unidos
. “Estoy convencido de que detrás de este golpe hay intereses trasnacionales y especialmente de Estados Unidos. El primero en reconocer el golpe de Estado ha sido Estados Unidos, y ahí se demuestra su participación. Y cuando buscábamos salir del país Estados Unidos llamó al canciller (Diego Pary) ofreciendo su avión. Me dijeron que me llevaban donde quisiera, pero me negué. Quién sabe donde me hubieran llevado, a lo mejor a Guantánamo”, expresó.