La actividad en el paso internacional que une a la localidad argentina de Profesor Salvador Mazza con la boliviana San José de Pocitos volvió a su normalidad hoy luego de la retirada de los miembros del Ejército de Bolivia que ayer se apostaron a metros del límite internacional sobre el puente que une ambos centros urbanos, sobre el río Caraparí.
El periodista argentino Raúl Costes informó a Salta/12 que no hubo ninguna información oficial sobre la presencia de los militares bolivianos en la zona de frontera con Argentina.
El Ejército había apostado soldados de guardia en la puerta de la oficina de Migraciones del lado boliviano en la avenida a metros del límite internacional y en la sede local de la Policía de Bolivia, donde instaló un centro de operaciones.
Una fuente de esa Policía informó que el operativo era parte de tareas de vigilancia en la extensa frontera seca que tiene el Estado Plurinacional de Bolivia con Argentina. Hubo, indicó la fuente, tareas de vigilancia en la zona de la quebrada internacional, particularmente en el paraje El Sauzal, que fue recorrido por dos móviles del Ejército.
De hecho, vecinos de ese paraje se comunicaron con Costes para denunciar el ingreso de militares al territorio argentino entre las 2 y las 5 de la mañana de ayer, los lugareños dijeron que se movían en dos camionetas. El Sauzal está en territorio argentino, corresponde a la jurisdicción del municipio de Salvador Mazza, pero, como ocurre en otras localidades fronterizas, solo se puede acceder a él desde territorio boliviano.
Esta mañana, aparentemente cumplido su desconocido objetivo, el Ejército se retiró de la zona limítrofe, con lo que se volvió a la normalidad. “Está todo tranquilo, normal”, sostuvo Costes.
De todos modos, el intercambio entre Salvador Mazza y Pocitos sigue muy resentido, como consecuencia del temor que la violenta acción de los golpistas bolivianos ha generado en la población.
A esto se sumó el feriado argentino de hoy, por lo que no se pudo apreciar en esta jornada si el habitualmente intenso intercambio de bagayeros de uno y otro lado se mantendrá con cierta normalidad.
La presencia del Ejército boliviano había provocado inquietud en ambos lados de la frontera. Costes describió que la actitud de los soldados fue hostil, apuntando hacia las personas con sus armas largas, y añadió que cuando se apostaron a metros de la línea imaginaria que separa a los dos países, apuntaban sus armas hacia el lado argentino.
La presencia del Ejército boliviano también se dio en la ciudad de Villazón, que limita con La Quiaca, en Jujuy.