Alberto Fernández y Cristina Kirchner se reunieron para terminar de definir los nombres del gabinete y de los ocupantes de los principales cargos de la nueva gestión. Si bien el presidente electo ya manejaba una lista con elegidos, era lógico que antes de comenzar con los ofrecimientos los ponga en consideración de su compañera de fórmula, para sopesar juntos los pro y los contra de cada uno. "El gabinete ya está básicamente definido", comentó el presidente electo a la salida en medio de una nube de micrófonos. Del encuentro, que se extendió por unas tres horas, también participó Máximo Kirchner.
Como es lógico, ambos se mantienen en contacto casi diario y se reúnen más de lo que se sabe. Pero en esta ocasión la expectativa estaba puesta en que nuevamente Cristina Kirchner resolvió alargar la estadía en Cuba y estuvo muy poco en el país luego del triunfo electoral, por lo que estaba pendiente un encuentro con Alberto Fernández para discutir el trazo fino del nuevo elenco de funcionarios. Cristina llegó a Buenos Aires hacia la medianoche del sábado y Alberto se tomó el fin de semana largo de semidescanso, porque dio una entrevista a PáginaI12 y a una radio. Volvió este lunes por la tarde y a las 18.30 ingresó al departamento de la ex presidenta, en Uruguay y Juncal, y se fue pasadas las 21. "Hacía dos semanas que no la veía a Cristina, la vi muy bien", declaró Fernández ante los medios que hacían guardia a la salida, y completó: "Aprovechamos para charlar de todo, cuestiones personales y viendo cómo está el país".
Entre las cuestiones a resolver está la jefatura del bloque de diputados. El actual jefe, Agustín Rossi, pasará a ocupar el ministerio de Defensa. Originalmente no era una designación que Alberto Fernández tuviera prevista, pero cuando se encontró en la disyuntiva de ocupar ese casillero no encontró ninguna otra alternativa. Hizo algunas consultas con conocidos y le respondieron que Rossi había hecho un buen trabajo cuando estuvo al frente de esa cartera, así que terminó de despejar cualquier duda.
La vacante en diputados podría ocuparla Máximo Kirchner, algo que conversaron anoche. Hasta ahora, Máximo públicamente no dijo nada al respecto, pero tampoco salió a desmentir esa posibilidad. Se sabe que desde la campaña electoral armó una muy buena relación con Sergio Massa, quien ocupará la presidencia de la Cámara, un dato a tener en cuenta. En cambio, lo que le podría jugar en contra a Máximo es cierta reticencia de parte de los gobernadores a que sea el líder de La Cámpora quien conduzca a los diputados, dado que pugnarían por un reparto equilibrado de los lugares de poder.
Respecto a los nombres del gabinete, no hay que imaginar demasiados cambios. De la lista que se conoce, revelada por este diario el jueves pasado, no surgen a priori nombres a los que Cristina Kirchner pueda ponerle algún reparo. Pero sí hay versiones sobre algunos cambios. Por ejemplo, en el recuperado ministerio de Ciencia y Técnica recalaría Roberto Salvarezza en vez de Fernando Peirano, como se dijo.
En tanto, hay un interrogante abierto en lo que será el ministerio de Igualdad y Género, una de las novedades que traerá el gabinete albertista. Se sabe que Dora Barrancos, una luchadora histórica por los derechos de la mujer que fue candidata a senadora en la Ciudad, declinó del ofrecimiento para ocupar esa cartera y entonces surgió la posibilidad de que Malena Galmarini recalara como ministra. Sin embargo, a Malena le atraería más una oferta de Axel Kicillof de ocupar un cargo provincial relacionado con la ayuda social, dado que todavía no está muy definido qué competencias comprenderá este nuevo ministerio nacional, tal vez por el momento con más contenido simbólico que concreto.
La conversación entre Alberto Fernández y Cristina Kirchner era muy esperada por quienes figuran en esa grilla. Si bien en algunos casos ya está todo definido y conversado, en otros todavía esperaban un ofrecimiento formal por parte del presidente electo. "La verdad es que nunca lo hablé con él. Sé que soy el candidato a ocupar ese ministerio porque me lo comentaron algunos allegados, pero no Alberto", revelaba esta semana uno de los mencionados recurrentes entre los ministeriables que consideraba muy lógico que ese ofrecimiento llegara después de que terminara de definir los tantos con la futura vice. No por una cuestión de vetos, pero sí para actuar como una fórmula presidencial que trabaja en equipo y de común acuerdo.
Alberto Fernández quiere evitar a toda costa la idea del cogobierno, por lo que su intención es retrasar todo lo posible la difusión de su gabinete. El gobierno de Mauricio Macri busca compartir los costos de cada medida que toma, algo que puntualmente el presidente electo sale a desmentir, como ocurrió la semana pasada con el aumento de los combustibles.