El kultrum –instrumento emblema de la música mapuche– suena y el canto circular de Anahí Rayen Mariluan acaricia lo sagrado. Ella, que nació en Neuquén pero vive en Bariloche, prefiere definirse como una “cantora” o “traductora de los sonidos que nos rodean, porque para mi pueblo las definiciones no son estáticas”. “Para uno presentarse, debiera describir su ‘tuwun’ (origen) y entonces uno hablaría de sus ancestros y las tierras que habitaban. Ahí empieza el núcleo de quién es uno: es un nosotros, un largo pasado y más largo futuro.” La cantautora mapuche participará del 6° Filba Nacional, festival de literatura que se realizará del jueves 6 al domingo 9 de abril en varias espacios de San Carlos de Bariloche: la Biblioteca Popular Sarmiento, ubicada en el mítico centro cívico; la casa Soria Moria de la fundación Invap, Estación Araucanía, el Centro Cultural La Llave y la Biblioteca del Barrio 270 Viviendas. Entre los invitados confirmados se destacan Rosario Bléfari, Esther Cross, Ricardo Coler, Julián López, Pedro Mairal y los tres integrantes del comité asesor de esta edición: Claudia Piñeiro, Iosi Havilio y Diego Erlan. También estarán, en las mesas de lectura, paneles de discusión y entrevistas abiertas, autores que viven en Bariloche o en la Patagonia, como el ilustrador Pablo Bernasconi, nominado este año al premio Hans Christian Andersen; Luisa Peluffo, Graciela Cros y Cristian Aliaga.
Un Festival Nacional de Literatura hace camino al andar construyendo un “nosotros” cada vez más inclusivo. El Filba –que ya pasó por San Rafael (Mendoza) en 2016, Mar del Plata (Buenos Aires) en 2015, Azul (Buenos Aires) 2014, Santa Fe en 2013 y Bahía Blanca (Buenos Aires) en 2012– sale a la ruta con la intención de llegar cada vez más lejos. El nombre de Bariloche, el destino elegido en esta ocasión, proviene del idioma mapuche: es un derivado de la palabra “vuriloche”, que significa “gente del otro lado de la montaña”, como los llamaban los mapuches de Chile a los habitantes del lado Este de la cordillera. Esta ciudad de la provincia de Río Negro combina en su imaginario la perfección del paisaje patagónico con el descontrol de los viajes de egresados, los mitos del Nahuelito –esa criatura acuática desconocida que, según la creencia popular, habita en las aguas del lago Nahuel Huapi– con la fama mundial del Instituto Balseiro, la presencia Mapuche con los grandes sueños del turismo social.
“Somos ambiciosos y queremos llevar el festival cada vez más lejos de Buenos Aires, pero es difícil porque en un país como Argentina las distancias son enormes y muy costosas”, cuenta Gabriela Adamo, directora del Filba, a PáginaI12. “Tuvimos unas primeras conversaciones con la municipalidad de Bariloche y como les interesó que el festival se hiciera ahí eso nos envalentonó y viajamos en enero. Nos encontramos con una ciudad fascinante en la que el imaginario que uno tiene combina el ‘paisaje suizo’ con el recuerdo de los viajes de egresados. Como ciudad tiene una gran variedad y riqueza; está el Balseiro con el Nahuelito, desde lo más mitológico hasta lo más avanzado científicamente. La Fundación Invap se entusiasmó y está trabajando un cruce entre ciencia y artes. Hay una escena muy fuerte de poesía en la Patagonia, que tiene que ver con la tradición oral mapuche. Hay también muchos músicos y nos pareció que el lugar es un terreno fértil para hacer muchas actividades”, plantea la directora del Filba. El programa del festival desplegará durante cuatro días mesas de lectura, paneles de discusión, entrevistas abiertas, talleres literarios, caminatas por el bosque, catas de libros y cerveza, y el ya tradicional “1 a 1”, un autor que lee en la intimidad para una sola persona del público.
Las actividades estarán atravesadas por algunos temas como la convivencia del avance científico con una mitología persistente, la actualidad de la cultura mapuche, las tensiones entre el centro y la periferia y la fuerte presencia de la poesía entre los autores de la zona. “Nos interesa mirar qué pasa para tratar de relevar grandes hilos y hacer una conexión con lo que sucede en el resto del país. No pretendemos hacer el festival de la Patagonia porque no seríamos quiénes para hacerlo”, aclara Adamo. “Pero sí nos gusta poner en conexión distintas cuestiones, como la presencia del Balseiro o del Invap, que te lo mencionan con mucho orgullo.” La directora del Filba advierte que en Bariloche hay muchos inmigrantes que llegan desde otras provincias. “Me parece interesante pensar cómo se forman identidades cuando una población cambia tanto, en un lugar que tiene un peso tan fuerte como ser la puerta de ingreso a la Patagonia”, agrega la directora del Filba, un festival que tiene, parafraseando a Mariluan, “un largo pasado y más largo futuro”.