La Corte Suprema de los Estados Unidos rechazó revisar el caso de Víctor Saldaño, el argentino condenado a muerte en el estado de Texas, por lo que ahora sólo resta determinar la fecha de su ejecución. La posible revisión de la Corte era la última posibilidad de apelación del fallo contra el argentino condenado por un homicidio hace 23 años.
Ahora, sólo resta que los abogados que asumieron la defensa del cordobés que se encuentra en el "pasillo de la muerte" tengan la posibilidad de pedir clemencia, según indicó John Miller, letrado que representa a la Cancillería argentina en el caso.
"Lo normal sería darnos tiempo para pedir la clemencia. Es probable que haya otras ejecuciones que se van a realizar primero antes de que pongan una fecha para Víctor", expresó el abogado.
Lidia Guerrero, madre de Saldaño, tomó con resignación el fallo y consideró que "está muerto en vida", mientras dijo que está "tranquila" porque se hizo "todo lo que hay que hacer".
"Es triste; hemos hecho lo que teníamos que hacer. Soy la madre en las buenas y en las malas, y él está muerto en vida, como se los dicen por los altoparlantes de la cárcel. 'Escuchen, estamos ejecutando'. Fue condenado a muerte ilegítimamente. Hasta último momento tengo fe en Dios; será lo que él disponga", dijo la mujer al diario La Nación.
El caso
El 25 de noviembre de 1995, Saldaño, actualmente de 46 años, junto a un amigo mexicano secuestraron a Paul King en el estacionamiento de un supermercado y lo llevaron a las afueras de la ciudad de Plano (norte de Dallas), donde el cordobés lo mató a tiros y le robó un reloj y 50 dólares.
Saldaño fue condenado a muerte en julio de 1996 por homicidio. Pero en mayo de 2000 el Procurador General de Texas reconoció que la sentencia era errónea por estar basada en un concepto racista. Por esa razón, en junio de ese mismo año, se revocó la condena a muerte.
En 2001 la legislatura de Texas aprobó una reforma al código de procedimientos penales del Estado y determinó que no se podrán presentar argumentos respecto a la raza o etnia de un acusado como evidencia de ser más propenso a una conducta criminal. A esa reforma se le llamó Ley Saldaño.
Cinco años más tarde, en 2006, se inició un nuevo juicio y en noviembre de ese año lo volvieron a condenar a muerte.
El pedido de la CIDH
Unos meses atrás, el abogado de Saldaño le pidió a la Cancillería argentina que "exija a Estados Unidos" su liberación y no sea "cómplice" de la condena. "No estamos pidiendo ayuda humanitaria al Estado, estamos pidiendo que haga cumplir el mandato de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), porque es obligación de la Cancillería hacerlo ante los Estados Unidos, caso contrario su silenció lo hace cómplice", consideró Juan Carlos Vega, abogado de Saldaño.
Vega había pedido que la Argentina le exigiera a los Estados Unidos el cumplimiento de la resolución 76 de la CIDH, emitida el 10 de diciembre de 2016, en donde el organismo concluye que el proceso judicial que condenó a Saldaño debe ser "nulo por estar viciados de racismo".