A la luz de los acontecimientos trágicos por los que atraviesa el pueblo del Estado Plurinacional de Bolivia, en donde se ha quebrantado el orden constitucional, se hace imprescindible en nuestro carácter de educadores, concientizarnos acerca de la relevante tarea que conlleva en el campo educativo crear y afianzar en todo el territorio nacional programas que tengan como meta respaldar y promover, en todas las modalidades y niveles del sistema educativo, la reflexión acerca de la última dictadura cívico – militar y cómo sus políticas represivas, sociales, económicas y culturales, afectaron la trama social de la Argentina.
Del mismo modo, ante los alarmantes y crecientes niveles de pobreza que afectan en nuestro país a niñas, niños y adolescentes, (la Argentina no logra perforar el nivel de 30% de pobreza en niños y adolescentes, y en la actualidad la mitad está en esa condición, según UNICEF) es un imperativo desde el estado asumir políticas públicas que den una respuesta efectiva a esta situación de extrema vulnerabilidad, mientras que, en el campo educativo deberemos acompañar estas iniciativas trabajando en cada aula en la defensa irrestricta de sus derechos fortaleciendo así los conocimientos que permitan desarrollar una construcción ciudadana más sólida y equitativa.
En este sentido debemos consolidar la formación de una ciudadanía critica, comprometida con los valores democráticos, proponiendo y contribuyendo a consolidar líneas de trabajo y de reflexión sobre el pasado reciente, y aquellas que promuevan la plena vigencia de los Derechos Humanos y la aplicación permanente de la Convención de los Derechos de los Niños, las Niñas y los Adolescentes.
Consecuentemente con esta tarea, deberemos garantizar que las alumnas y alumnos de las escuelas cuenten con herramientas para encontrar nuevos modos de abordar el pasado, entender el presente y proyectar el futuro.
Para fortalecer la construcción de ciudadanía, habrá que alentar a las instituciones a desarrollar sus propios proyectos pedagógicos, ofreciendo una amplia variedad de recursos y acciones con el objetivo de enriquecerlos y potenciarlos.
Elaborar dispositivos que permitan abordar los derechos de la niña, niño y el adolescente; organizar estrategias a partir de distintos ejes temáticos; adaptar diversas modalidades de acuerdo a cada nivel educativo, orientar las actividades en función de los participantes: estudiantes, docentes, directivos o comunidad escolar.
Desde esta perspectiva, se estará contribuyendo en la formación ciudadanos comprometidos con su comunidad y su tiempo histórico, que valoren la importancia del respeto al Estado de Derecho y por consiguiente, el repudio a toda forma de violación de las garantías constitucionales, entre ellas las generadas a partir de los golpes de Estado en sus distintas formas y variantes.