Nosotros de alguna manera estuvimos prácticamente acompañados por el suplemento a lo largo de una importante etapa de lo que fue el surgimiento de Ratones Paranoicos. Cuando el NO apareció, tenía la posibilidad de ofrecer una alternativa frente a lo que estaba planteado con respecto a esta especie de concentración muy grande que había sobre la actividad musical en Argentina. Como expresión estaban los afiches, no abundaban las radios, las redes no existían y estaba todo muy enmarcado en lo que “debería ser”. No estoy diciendo que esto haya cambiado, pero sí puedo decir que en el caso del NO manifestó una alternativa que hizo que uno tuviera una opción para poder expresar otra posición frente a lo que estaba ocurriendo.

En particular, tuvimos la posibilidad de ejercer ese beneficio debido a que hacíamos un estilo que no hacía nadie en esa época. Se nos complicaba bastante tocar, ser contratados; la expectativa estaba construyéndose alrededor de otras cosas que no tenían nada que ver con el rock and roll, o con el sonido que los Ratones tenían en ese momento. Tenía que haber un medio, un informador, y el NO era ese elemento. Estoy agradecido porque nosotros no teníamos que ir a decir “por favor”; todo lo contrario, yo siempre tuve el espacio.

La palabra “no” es muy importante hoy. La palabra “no” es buena porque yo no le digo que no a lo bueno, le digo que no a lo malo. Junto al Sí!, los dos suplementos se complementaron y le dieron dinámica a la actividad artística con la seriedad que requiere eso. A nosotros no nos gusta que crean que estamos haciendo equilibrio en una especie de inmensa raya de merca petrificada: yo tengo 54 años y realmente mi medio de vida es el ingreso que genera lo que hago. Le agradezco a Dios que haya existido un elemento a través del cual yo haya podido expresarme. Jamás tuve ningún reproche porque siempre se hizo lo que correspondía.