El padre de Jorge "Guri" Farfán, el joven de 24 años que murió en la Comisaría del barrio Santa Ana 1, sigue sosteniendo que a su hijo lo golpearon y lo mataron pero no hay imputados. Ayer se reunió con la nueva fiscala de la causa, María Luján Sodero Calvet.
Para el perito Benito Mena, hubo mala praxis en la autopsia que vincula la muerte al consumo de drogas y por eso pidió una revisión. El viernes pasado hicieron una reconstrucción de los hechos, la abogada Liz Palavecino dijo que hay un trayecto que no se tuvo en cuenta por eso pedirá informes ambientales y que se llame al menos a diez personas a declarar.
Mena afirmó a Salta/12 que el diagnóstico del Cuerpo de Investigaciones Fiscales (CIF) es incorrecto, y se hizo sin una prueba cuantitativa de droga en la sangre. Dijo que en eso coincidieron con el traumatólogo Miguel Matteo, sugerido por el Colegio de Médicos de la provincia de Salta, y la médica del Servicio Médico Forense del Poder Judicial, Ana María Vega, en la última junta médica. “No se cumplieron con todos los protocolos”, aseveró el perito, y evaluó que al informe del CIF “le falta mucho”. “No nos dieron un informe del médico forense que lo vio en la Policía donde dicen que muere. Para hacer un diagnóstico por drogas en el lugar tiene que haber jeringas, papel de droga. Tenemos que ver los hechos”, resaltó.
La causal de muerte según el CIF es edema pulmonar y paro cardio respiratorio, atribuido al consumo de drogas de abuso: alcohol, cocaína y restos de marihuana “que encontraron en la orina”. El legista explicó que esos resultados se deben constatar con un análisis cuantitativo de sangre para ver qué dosis tenía y si era letal. Solo se hizo uno cualitativo al principio, y “dio no dosable”. Después de 8 meses hicieron otro análisis en el que surgió que tenía cocaína. El médico explicó que esa última prueba se realizó cuando las muestras ya no eran efectivas.
En el estudio de humor vítreo, en la zona de los ojos, donde permanece la droga o el alcohol, el perito indicó que no se encontró nada de esto. El profesional dijo que también se puede detectar la presencia de drogas en las vísceras pero ese estudio no se hizo. Tampoco hicieron en la autopsia una rinoscopia (examen de cavidades nasales) con el fin de “ver si tenía mucosas irritadas o perforación de cartílago para saber si era un chico adicto”. Mena planteó que cuando preguntó de dónde salió el dato de el joven que tenía una adicción, le contestaron que es lo que decían los vecinos. “Que los vecinos digan no es un estudio serio”, sostuvo.
El perito indicó que es fundamental conocer que pasó una o dos horas antes de que Farfán muriera. “Tiene traumatismos de cráneo, mínimo puede haber pasado que le hayan pegado o lo hayan asfixiado”, aseguró. Detalló que no tenía fracturas, sino hematomas en la parte frontal izquierda y derecha, también escoriaciones en el cuello como si lo hubieran comprimido. “Apuntamos más al golpe de cerebro”, aclaró.
El especialista señaló que el consumo de drogas y los golpes o asfixia pueden generar la muerte por edema pulmonar y paro cardio respiratorio. “Un golpe importante en la cabeza, con traumatismo de cerebro, pequeñas hemorragias, puede generar lo mismo”, afirmó.
Como si nada hubiera pasado
Los letrados de la querella, Liz Palavecino y Marcelo Molina, hicieron una reconstrucción particular de los hechos junto a Jorge Farfán padre. Palavecino dijo que aún no hay imputaciones, como si no hubiera pasado nada y anunció que pedirán “que se tenga en cuenta todo lo que pasó en el transcurso anterior al deceso. Se llame a declarar a gente que no lo hizo, se vuelva a escuchar a otros que ya lo hicieron, y que se haga una reconstrucción como corresponde”. Aseguró que hay contradicciones.
Farfán contó que establecieron que su hijo estuvo junto a su primo José Luis Benitez y otros jóvenes de apellido Contreras en el Pasaje 23, a las 20, del 8 de febrero pasado. Dijo que Guri llegó con su celular, vestido con remera, zapatillas, una gorra, tenía una riñonera con $8.000 y una tarjeta de Saeta. En ese trayecto, “cerca del Pasaje 18 no se sabe qué paso porque hay un pacto de silencio”.
Cerca de las 1 del 9 de febrero, “testigos dicen que se cruzan con mi hijo y se sacó la remera, no tenía ninguna marca en el pecho”. Farfán explicó que ahí hay un negocio de 24 horas, “se cruza con otros que le querían robar, pelea contra tres o cuatro personas. Guri era boxeador, se iba a defender”. Especulan con que conocidos le robaron la riñonera con plata. Después habría ido a reclamar lo suyo a la casa de quienes se la quitaron.
“Un testigo dijo que a mi hijo le estaban pegando afuera y lo querían meter adentro de la casa”. Farfán sostuvo que en ese momento llegó la Policía, y quienes lo golpeaban dijeron que Guri había intentado robar una bicicleta. Eso fue desestimado después por el subcomisario Sergio Costello y el fiscal Pablo Paz, éste último apartado de la causa. “Nunca hubo una bicicleta en el lugar”, dijo el padre. Tampoco había tapia “decían que mi hijo quiso saltar una”. En el último trayecto Guri fue filmado solo vestido con ropa interior, desesperado, pidiendo ayuda.
“Guri fallece en la comisaría de Santa Ana. La Policía demoró 15 minutos para golpearlo en algún lado. Mi hijo estuvo como NN", sostuvo el padre. Afirmó que el jefe del operativo que fue después a la comisaría es su primo Martín Eduardo Leguizamón, quien "nunca me informó y puso que el operativo estuvo bien".
"Cerca de las 1 y media figura la data de muerte, nunca lo llevaron al hospital. Al otro día, la pareja, Eliana Suarez, fue a preguntar en la comisaría, le dijeron que no se preocupe, que seguro andaba con un par de minas por ahí".
Diagnósticos del CIF en duda
Mena contó que la fiscala desplazada de la causa, Verónica Simesen de Bielke , le dijo que el test cuantitativo en los casos de intoxicación por consumo de droga no se hace en el CIF porque es caro ya que deben usar cocaína de altísima pureza para hacer los análisis y la tienen que traer de Suiza. Para Mena, la cocaína de alta pureza, si no la tienen de los secuestros de Gendarmería, se puede crear en laboratorio.
Farfán sostuvo que le preguntó sobre el tema a Sodero Calvet: "me dijo la fiscal que no tienen la manera de cuantificar, entonces es terrible porque todos los diagnósticos de muerte que hicieron no tienen fidelidad".