La Audiencia de Navarra condenó a tres años y tres meses de prisión a Antonio Manuel Guerrero y Alfonso Jesús Cabezuelo, dos miembros de La Manada por grabar la violación grupal en 2016. La Sección Segunda de la Audiencia también multó a Guerrero, ex guardia civil, y a Cabezuelo, quien fuera militar, con 5.670 euros.
La sentencia impuso la máxima pena solicitada por las acusaciones particular y populares por un delito contra la intimidad. La pena se suma a los 15 años de prisión a los que fueron condenados por violar a la joven en 2016 .
Grabaron siete vídeos y realizaron dos fotografías. El resto de agresores sexuales, José Ángel Prenda, Jesús Escudero y Ángel Boza, han sido absueltos del delito contra la intimidad ya que “no aportaron ninguna colaboración objetiva y causal, eficazmente dirigida a la consumación del delito expresado”.
En la sentencia, los tres magistrados destacaron la “gravedad” de los hechos ya que "es evidente que los vídeos grabados y las fotos tomadas afectan a datos de carácter personal pertenecientes al reducto más íntimo de privacidad de la denunciante".
El abogado defensor de La Manada, Agustín Martínez Becerra, comunicó que recurrirá esta sentencia y mostró su "estupefacción por que a una persona le vayan a caer 20 años y tres meses por los hechos ocurridos en Pamplona". "El principio de proporcionalidad debe regir en cualquier tipo de sanción penal", manifestó Martínez Becerra en Córdoba, donde se juzga a cuatro miembros de La Manada por otro caso de abusos sexuales.
La Fiscalía pide 7 años de cárcel por el caso Pozoblanco
Cuando se investigaba la violación de la joven en Pamplona, los cinco violadores autorizaron a la Policía el acceso a sus móviles “sin ningún tipo de restricción”. Fue entonces cuando los agentes descubrieron un vídeo en el que cuatro de ellos abusaban de otra joven cuando estaba inconsciente.
El juicio por este caso arrancó el lunes y se les acusa de cometer un delito de abuso sexual y otro contra la intimidad. Este mismo miércoles, los agentes de la Policía Foral de Navarra aseguraron ante el juez que tenían autorización para investigar sus teléfonos.
En la sesión de este miércoles, el forense y la psicóloga que atendieron a la víctima han determinado que la chica sufrió "estrés postraumático" al ver los vídeos de los hechos y por la "exposición mediática" a la que se vio sometida.
La Fiscalía ha pedido para los acusados penas de siete años de cárcel. Para uno de ellos también se pide una multa de 720 euros por causar lesiones leves porque "con intención de menoscabar su integridad física" -según detalla el Ministerio Público- la golpeó en la cara, le dio un puñetazo en el brazo y la empujó para que saliera del coche mientras le gritaba "puta".
La defensa de La Manada intenta ahora anular ese vídeo como prueba al entender que se obtuvo "de manera ilícita". En el juicio, los cuatro acusados se declararon inocentes ante el juez y decidieron acogerse a su derecho a no declarar.
De Público, especial para Página/12