Los radicales están en plena pelea interna por los lugares de conducción en el Senado y en Diputados. En el caso de la Cámara baja, Alfredo Cornejo y Mario Negri disputan la jefatura del interbloque de Juntos por el Cambio. Negri tiene asegurados 30 votos, por lo que estaría cerca de ganar esa batalla por la conducción del bloque de la UCR. Y pronostican que Cornejo podría conformarse con la vicepresidencia primera o ubicar allí a una persona de su confianza. Pero los correligionarios vienen obviando un pequeño detalle: ambos cargos -la jefatura del interbloque y la vicepresidencia primera- son considerados propios por la bancada del PRO, que hace cuentas para superar en número a los diputados radicales. A las disputas entre radicales se tendrá que sumar una charla con el que será jefe del bloque PRO, Cristian Ritondo, que hasta ahora se mantiene al margen de la pelea.
Los radicales están dedicados a la interna como los peces se dedican a nadar. Negri y Cornejo se vienen midiendo desde hace meses para ver quién conducirá el radicalismo en el Congreso. Negri reunió 30 voluntades de diputados y las presentó para saldar la cuestión. Cornejo contestó que no pueden poner a conducir a la cara del radicalismo perdedor de Córdoba, en lugar de a él, que viene que ganar con Rodolfo Suárez en Mendoza. También dijo que "hay mucha mezquindad en el partido". Cornejo es, por ahora, el presidente de la UCR nacional, puesto que podría ocupar en un futuro Gerardo Morales. El gobernador de Jujuy lo enfrentó a Cornejo en todo: en Diputados apoya a Negri frente a la línea de Enrique "Coti" Nosiglia, y en el Senado, a Luis Naidenoff contra el candidato de Nosiglia y Cornejo: Martín Lousteau. "Me parece mucho ese lugar para Martín", le dijo Ernesto Sanz a Nosiglia, hace algunos días.
Pero los intentos de acercar posiciones no vienen fáciles: un encuentro entre Cornejo y Morales terminó mal. Según quién lo cuenta, fue con gritos o más cerca de la agresión física. Sea como fuere, Morales dijo públicamente que apoya la idea de que Miguel Angel Pichetto sea el presidente de la Auditoría General de la Nación, mientras que Cornejo considera que ese puesto debe ser para un radical. Internas por todos lados.
Cerca de Negri advierten que el jueves se podría resolver la jefatura del bloque, dado que los números favorecen al cordobés. Y que a Cornejo podrían ofrecerle la vicepresidencia primera, un puesto que --suponen-- no aceptará. "Para Cornejo es todo o nada. Se tiene demasiada autoestima y se equivocó al pelearse con Morales. Seguramente proponga a alguien de él para ese puesto", indicaron.
Pero los radicales no están tomando en cuenta que esos puestos que se disputan entre ellos podrían ser reclamados por el PRO. Y lo serán, según pudo saber este diario. "Están negociando lugares que no son de ellos", le dijo a PáginaI12 una alta fuente del bloque del PRO. "Una cosa es que, como prenda de unidad, les demos la presidencia del interbloque a los radicales. Pero somos nosotros los que se la daríamos. Es un gesto que tienen que entender". Y destacó: "Están demasiado acostumbrados a que cedamos. Eso tenía que ver con otra lógica, de cuando un Gobierno busca contener a sus aliados. Ahora va a cambiar".
Los integrantes del PRO calculan que superan a los radicales en número de diputados, sumando a los legisladores que entran por distintos acuerdos con fuerzas provinciales: 57 a 47 legisladores. No obstante, los radicales hacen otra cuenta: indican que entre senadores y diputados suman 63 bancas contra las 59 del PRO (sin contar a los provinciales). En ese tira y afloje matemático-político seguirán por los lugares que le corresponderán al interbloque, incluida la vicepresidencia primera.
Mientras los radicales se la disputan, en el PRO ya piensan que allí podría ir Alvaro González, aunque también suenan para ese puesto Silvia Lospenatto, Omar de Marchi y Carmen Polledo. "Por la cantidad de diputados, nos corresponden ese lugar y la presidencia del interbloque. Esto siempre fue así", razona uno de los que tendrá que negociar con los correligionarios. En la bancada de la UCR no parecen estar muy convencidos de las pretenciones macristas: "Bueno, ¿y no quieren pedir la presidencia de la UCR también? Digo, pelotudeces podemos pedir todos...". Las discusiones dentro del futuro bloque opositor de Juntos por el Cambio no parece que vayan a ser muy sencillas.