La figura de Roger Federer hizo estallar el estadio cuando apareció en la cancha, y el público le rindió todo tipo de homenaje. El suizo, con mucha simpatía, ubicó sus manos por detrás de las orejas y comenzó a escuchar el clásico "Olé, olé, olé, Roger, Roger". La presencia del número tres del mundo provocaba múltiples reacciones, y la admiración hacia él era absoluta.
La leyenda del tenis estaba de vuelta en una cancha argentina luego de siete años, no sólo para desplegar su talento con la raqueta, sino también para exhibir su caballerosidad y respeto para un público que le brinda pleitesía.
El duelo estelar estaba programado con Juan Martín del Potro, pero las lesiones del tandilense lo impidieron. De todas maneras, del Potro llegó hasta el Parque Roca para abrazar fuerte al suizo.
El que había quedado relegado era nada menos que el alemán Alexander Zverev, el séptimo jugador del planeta que le tocó reemplazar al argentino. Zverev observaba todo lo que ocurría, y sabía muy bien que el gran protagonista del show era su adversario.
El partido que jugaron ofreció algo del repertorio de ambos, y sobre todo muchas bromas con la gente. El suizo pudo escuchar desde un "I love you Roger" (Te amo Roger), hasta un "I need you" (Te necesito). En esos instantes, Zverev no se quedó conforme y también pidió aliento para él.
Federer, antes del encuentro, estuvo junto a Juan Román Riquelme y algunos amigos del ex Boca. Otros ex futbolistas como Gabriel Batistuta y Hernán Crespo se hicieron tiempo para no perderse la exhibición, y se los pudo ver en Villa Soldati.
El primer set fue para el alemán 7-6, y el segundo también se definió en tie break a favor de Zverev. No hacía falta jugar un tercer parcial. La despedida para el Federer fue a pura euforia, con las casi 12 mil personas de pie y gritando su nombre.
El paso del suizo por el país quedará marcada como quedó la primera, y con el convencimiento de que se transformará en el mejor de la historia cuando decida retirarse. "Muchas gracias a todos, siempre recordaré esta noche. Fue un gusto grande haber estado en Argentina", declaró luego de la entrega de premios el suizo, quien se emocionó cuando apareció Diego Maradona en la pantalla del estadio para dejarle un mensaje. "No habrá nadie como vos", le dedicó el Diez.