Soy una persona poco interesada en las noticias, o más bien en lo que tienen para ofrecer los medios masivos de comunicación. A mi modo de entender el mundo social, la “actualidad” es un montaje. Y siento que las noticias que fabrican estos medios funcionan como los palos de un gran alambrado que nos mantiene del lado de adentro. Jamás fui a comprar un diario y lo digo sin vergüenza. La verdad está a simple vista, no necesito que nadie me la cuente. 

Sin embargo, es lindo poder indagar en los artistas que a uno le simpatizan, o descubrir nuevos que nos sorprendan. Y recuerdo al suplemento NO (también a Radar) como un oasis en los bares o en la casa de algún pariente. Porque mientras la gente hablaba y discutía sobre lo que decía la tele, yo podía encontrar información que para mí sí tenía sentido.

Conozco personalmente a varios de los periodistas que escriben en el NO y son personas que encuentro en recitales del under, en la presentación del libro de algún joven poeta, en un recital de Ramón Ayala, o que nos invitan a su programa de radio, y veo cómo trabajan con amor y convicción porque les gusta descubrir y compartir. Son personas de alma joven con quienes siento camaradería y siempre me gusta compartir una cerveza.

Los Rusos Hijos de Puta hemos quedado impresos en algunas de sus páginas, y siempre hemos sido tratados con respeto e interés. Es linda mi experiencia con el suplemento NO. ¡Felices 25 años!