Un centro médico porteño quedó sin luz durante tres días y debió suspender la atención a sus pacientes, la mayoría de ellos jubilados o con patologías oncológicas. Además, la falta de electricidad produjo la pérdida de medicamentos, biopsias y reactivos químicos cuya conservación fue imposible por el apagón. “Tuvimos que decirles a varios internados, que se trasladan en ambulancias, que regresen a los 30 días porque no podemos atender en estas condiciones”, indicó a PáginaI12 Vanesa López, supervisora general del Centro de Diagnóstico de Alta Complejidad IAMA.
“A oscuras y sin respuestas”. Ese fue el diagnóstico que, desde el viernes pasado, repitió el personal del IAMA cuando los pacientes se acercaban a la puerta de entrada para asistir a su turno médico y preguntaban por la situación del edificio. Un corte de luz no programado por Edesur imposibilitó que el centro de diagnóstico cumpliera con sus actividades diarias, y así, decenas de personas quedaron sin atención. “Los cortes de luz se volvieron cada vez más periódicos, tanto que el mes pasado también pasamos dos días sin electricidad. Lo peor es que casi nunca te atienden y cuando eso sucede, te explican que no tienen registrado ese corte, mientras vos estás en pleno apagón y con pacientes que deben ser atendidos”, explicó López. Según señalaron los trabajadores del lugar, la cuadrilla de Edesur no apareció por la zona hasta ayer al mediodía, luego de más de 72 horas sin luz.
Ubicado en Viamonte 2560, en el barrio de Once, el Centro Médico IAMA se especializa en realizar diagnósticos de alta complejidad, en particular para pacientes oncológicos y cardíacos. En varios de estos exámenes de salud, las personas deben someterse a más de 48 horas de estricta dieta con purgantes y ayunos de ocho horas. Por el corte de luz, desde el viernes pasado, las instalaciones de IAMA quedaron fuera de funcionamiento y todas las personas que habían cumplido con aquellos requisitos para poder realizarse los estudios médicos y controles requeridos para sus cuadros clínicos debieron regresar a sus hogares a los hospitales donde se encuentran internados sin haber podido acceder a esos diagnósticos necesarios.
“Exámenes de salud como la videocolonoscopia o la tomografía de emisión de positrones (PET) implican un lógico estado de deshidratación. Sin embargo, para jubilados o personas con cáncer, la panorama se complica y aún más si persisten estas condiciones meteorológicas, con alertas rojas e intenso calor. La falta de luz nos obligó a suspender estos estudios y reprogramarlos para dentro de cuarenta, cincuenta días. Es decir, los pacientes deberán volver a atravesar todo este proceso nuevamente”, expresó a este diario la supervisora de IAMA.
Pero los perjuicios por falta de luz fueron más allá de los estudios programados. Además de obligar a reagendar todos los diagnósticos estipulados para esos tres días, el apagón que sufrió el centro médico porteño también produjo la pérdida en los depósitos de almacenamiento: reactivos químicos, biopsias y medicamentos se echaron a perder debido a que, aún cuando el lugar cuenta con grupo electrógeno propio, la falta de electricidad rompió la cadena de frío necesaria para su conservación.
Al cierre de esta edición, la luz regresó al centro de salud IAMA. Sin embargo, la noticia no generó entusiasmo en el personal administrativo. “Tranquilamente mañana podemos volver a estar a oscuras y Edesur volverá a decir que no tienen registrado ningún corte. Para ellos, la salud puede esperar”, comentaron.
Informe: Jeremías Batagelj.