Páginai12 En Brasil

Desde Brasilia

Por la vuelta. Un grupo de intelectuales y referentes sociales lanzó ayer un manifiesto en respaldo de la candidatura de Lula en las elecciones presidenciales de octubre del año próximo. “Es por nuestro compromiso con el Estado Democrático de derecho, la defensa de la soberanía brasileña y de todos los derechos conquistados por el pueblo de este país que solicitamos al ex presidente, Luiz Inácio Lula da Silva, que considere la posibilidad de lanzar, desde ya, su candidatura a la Presidencia de la República como forma de garantizar al pueblo la dignidad, el orgullo y la autonomía perdidos”. Leonardo Boff, Chico Buarque, Joao Pedro Stédile, Emir Sader y Eric Nepomuceno son algunos de los firmantes de la “Carta a las(los) Brasileñas(os)”.

“¿Por qué Lula?. Porque fue un trabajador, hijo de la pobreza nordestina, que al asumir la Presidencia de la República dio un significado substantivo y auténtico a la democracia brasileña” continúa el pronunciamiento  presentado el Miércoles de Cenizas que puso fin al carnaval más politizado de los últimos años en el que ni la censura de la prensa mercantil pudo disimular la indignación del público con el gobierno de facto encabezado por Michel Temer. En los multitudinarios bailes callejeros de Río de Janeiro, San Pablo, Salvador de Bahía y Brasilia sobresalió el grito de “Fuera Temer” y las “marchinhas” con ironías a sus políticas regresivas, especialmente la (contra) reforma previsional.  

“No hay democracia con hambre, con ausencia de participación política efectiva, sin educación y salud de calidad, sin vivienda digna. En suma, sin inclusión social” plantea el escrito en una evidente crítica a la gestión surgida el 12 de mayo del año pasado, tras la separación del cargo provisoria y meses más tarde la destitución de Dilma Rousseff.

Desde entonces Temer ha perdido la poca aprobación que tenía mientras Lula no paró de crecer, sobreponiéndose a la guerra política, jurídica y mediática de la que fue, y probablemente seguirá siendo víctima: el bloque de poder dominante recibió con espanto el reciente sondeo que lo muestra como un candidato poco menos que imbatible.

Esta semana el diario Folha de San Pablo recomendó, casi sin disimulos, que su candidatura sea proscripta con artificios judiciales. El problema, de quienes sustentan el gobierno de excepción, es cómo justificar su adhesión a Temer.

El ocupante del Palacio del Planalto cuenta con el 3,7 por ciento de las intenciones de voto contra el 32,8 por ciento de Lula (en una de las simulaciones) según la encuesta publicada por la consultora MDA hace dos semanas en la que se confirma el ascenso del líder del Partido de los Trabajadores, ya que en la consulta anterior su apoyo rondaba el 24 por ciento.

Con la degradación acelerada del actual régimen, envuelto en un nuevo escándalo de corrupción que amenaza derribar al jefe de gabinete Eliseu Padilha, la eventual postulación de Lula parece invencible ya que se distanció 19 puntos de sus principales adversarios, la ambientalista Marina Silva y el militar retirado Jair Bolsonaro, popular en el electorado neocon por reivindicar con igual vehemencia los golpes de 1964 y 2016.

Soberanía

En otro tramo de la carta por la postulación de Lula a la presidencia, se menciona que “Brasil tiene que asegurar su soberanía sobre sus tierras, sus aguas, sus riquezas (..) y el país debe volver a tener un papel activo en el escenario internacional”.

El propio Lula, dos veces presidente entre 2003 y 2010, reconoció recientemente su disposición a disputar un tercer mandato.

“Tengo 71 años, pero tengo muchas ganas de pelear, creo que todavía no hicimos todo lo que podemos hacer por el país, y es eso lo que me motiva a estar en esta disputa otra vez”, dijo en diálogo con su compañero Paulo Pimenta.

Ayer el diputado Pimenta, que también apoya el retorno lulista, anunció que realizará un pedido de informes al Ministerio de Relaciones Exteriores sobre la autorización dada por el gobierno de Temer para que aeronaves británicas cuenten con apoyo “logístico” en aeropuertos brasileños en sus vuelos hacia las Islas Malvinas, algo que no fue concedido en los gobiernos de Lula y Dilma Rousseff, pese a que fueron sondeados por Londres y por una delegación del gobierno insular.

El requerimiento del legislador se basó en la denuncia formulada por la exembajadora ante el Reino Unida Alicia Castro y el diputado Guillermo Carmona, en el programa de Gustavo Silvestre en C5N.

“Repudiamos esta actitud del gobierno brasileños sobre los vuelos” afirmó Pimenta consultado por PáginaI12. Y explicó que esa autorización afecta al tablero geopolítico regional dado que contribuye a la “militarización creciente del Atlántico Sur”.