Páginai12 En Colombia
Desde Medellín
Aunque se han presentado retrasos en el cronograma acordado por gobierno y FARC en La Habana y firmado en Bogotá a finales del año pasado, la dejación de armas dio su primer paso el día de ayer. Ayer, Naciones Unidas inició la identificación del armamento de la llamada “guerrillerada” presente en los 26 lugares de Colombia a donde marcharon y se reunieron unos 7 mil guerrilleros a finales de enero y los primeros días de febrero. Con este escaneo empiezan a correr los 90 días que restan para la entrega total del armamento. Y, aunque las mismas Naciones Unidas han pedido que se mueva el cronograma debido a los diversos tropiezos, gobierno y guerrilla definieron cumplir al menos con esta etapa del plan, uno muy ajustado en comparación con el proceso de paz con las Autodefensas (paramilitares) que fueron dos años los que tardaron las filas en entregar el total de su material bélico, o bien, en relación a lo ocurrido con el IRA que tardó cinco años.
Según el calendario que no se ha cumplido al pie de la letra este 1 de marzo es el día D + 90. Es decir, ayer se cumplieron los primeros tres meses de un plazo de seis para concentrar a las FARC en los donde están dejando de ser un grupo ilegal armado y pasarán a convertirse en partido político, si todo se cumple, al finalizar mayo.
En comunicado emitido desde Bogotá las Naciones Unidas afirmaron que “a pesar de los problemas logísticos que ha dificultado el buen desarrollo de la implementación” del acuerdo de paz en lo relacionado con las zonas y puntos de normalización, la Misión de la ONU en Colombia iniciaría ayer la identificación y el registro de todas las armas presentes en dichos lugares. Desde el punto transitorio de normalización en Pondores, un comandante guerrillero le explicó a PáginaI12 que esta identificación consiste, primero, en un listado que las FARC le pasarán a las Naciones Unidas y que apenas hasta ayer comenzaron a construir. El guerrillero que ahora se ve con remeras coloridas de civil mientras carga cemento en la construcción de las viviendas de sus filas que debieron estar listas el 1 de diciembre, explica que en las zonas y puntos avanzan en la medida que el gobierno envía materiales de construcción y, en cuanto a las armas, desarrollan las acciones que les pidan sus superiores.
Desde Bogotá, Luciano Marín conocido como Iván Marquez, número dos de esa guerrilla, aseguró que “este miércoles (por ayer), a pesar de los retrasos, realizaremos el registro de las armas en todos los campamentos y reajustaremos el plan de destrucción de armas inestables o explosivos”. Marquez añadió que “las armas de los integrantes farianos del Mecanismo de Monitoreo y Verificación pasarán a custodia de la ONU”.
Una portavoz del área de Comunicaciones de Naciones Unidas en Bogotá le dijo a este diario que ayer mismo no se inició con la entrega de armas de los guerrilleros del Mecanismo, sino que hasta ayer apenas comenzó la construcción de los listados. En total, 116 hombres y mujeres de FARC integran el Mecanismo de Monitoreo que es tripartito y está conformado, además, por militares y por Naciones Unidas. En el Punto de la costa Caribe conocido como Pondores, Ovidio (nombre de guerra) es uno de los guerrilleros del Mecanismo que desde enero cambió su ropa camuflada por pantalones y camisas largas cubiertas de un chaleco con el logo símbolo del grupo tripartito encargado de supervisar la dejación de armas.
Ovidio fue, durante más de 30 años, entrenador de las fuerzas especiales del Bloque Martín Caballero de FARC y le contó a este diario que si bien iba a tener que adaptarse a una nueva vida sin el fusil que lo acompañó por décadas, lo hace sin remordimientos. Siete mil farianos como él siguen en los campamentos que rodean las zonas y puntos de transición entre tanto continúa la construcción y avance logístico con lentitud, a la espera de conocer -como el resto del mundo- si el día D + 180 que sería el 31 de mayo, efectivamente, habrán tenido que terminar la dejación de las armas.
Por lo pronto, está comenzó ayer aunque con tropiezos en todo el país. “Este es un día histórico” dijo el Presidente Juan Manuel Santos al inicio de este miércoles, mientras el jefe máximo de la guerrilla, Rodrigo Londoño “Timochenko” celebró en twitter posteando “un paso más hacia la paz”.
Por su parte, la Revista Semana indicó que “parece que los términos prometidos en el tiempo no se cumplirán, pues el cronograma presenta muchos retrasos”.
Mientras tanto, los jefes de gobierno dijeron en Bogotá que “el cronograma del desarme se mantiene”. Así lo afirmó el Alto comisionado de paz, Sergio Jaramillo, junto al ministro Juan Fernando Cristo desde la Casa de Nariño. Pero ni siquiera en los primeros 60 días que empezaron a correr el 1 de diciembre se cumplió lo que reza el acuerdo final de paz: que debería estar destruido el material inestable (explosivos) y a disposición de la ONU el armamento de metralletas, granadas y armas pesadas, todo en tres frases donde la primera debía agrupar el 30% del armamento.
Ayer comenzaron apenas las listas. Para ello la ONU cuenta con 450 observadores internacionales en su Misión en todo el país y “el consenso de las partes de iniciar sin más demora el proceso de dejación de armas”. Por su parte, el presidente Santos insistió en mirar con optimismo cada paso del Proceso de Paz en esta fase de implementación. “Muchos no han visto, o no quieren ver, la trascendencia de haber acabado un conflicto de más de medio siglo, haber detenido esa `fábrica` de víctimas que es la guerra, o de que vivamos los días más pacíficos en cuarenta años, hoy las FARC están iniciando el desarme”, dijo el mandatario durante la Vitrina Turística Anato 2017, el evento más importante de este campo en América Latina. Santos destacó además que, mientras la guerrilla más grande de Colombia está abandonando las armas, el ELN está en un proceso de negociación con el Gobierno que acaba de iniciar en Quito, Ecuador.
“Las FARC no están involucradas en tácticas dilatorias del proceso, y son conscientes que se debe dar tiempo al gobierno para que pueda cumplir sus compromisos”, precisó por su parte “Iván Marquez” líder de la guerrilla que culminó su agrupación hace una semana cuando 300 rebeldes de los frentes 3, 14 y 15 arribaron a la zona veredal de normalización en Caquetá, Sur del País. Ellos recorrieron 8.700 kilómetros en caballo, a pie, en auto y en pequeñas embarcaciones con el propósito de abandonar la lucha armada y seguros de que esta marcha sería la última con su fusil al hombro, ese que en los próximos días despedirán para pasar a custodia de ONU, luego a unos contenedores gigantes, y más tarde a aulas de fundición donde serán convertidos en esculturas que simbolizarán al mundo la inutilidad de la guerra entre hermanos de un mismo pueblo.