El 37,6 por ciento de los inquilinos debió mudarse por no poder afrontar los aumentos en la renovación del contrato del alquiler. Casi el 80 por ciento de ellos debió alquilar en otro barrio para obtener un contrato más económico. El 41 por ciento registró incrementos anuales del 40 por ciento, y un porcentaje similar decide compartir el alquiler para economizar gastos. En cuanto a los planes para el año que viene, de las personas que planean no renovar el contrato, la mitad lo harán porque la cuota será mayor a lo que podrán pagar. Así se desprende de una encuesta realizada por el portal Zonaprop a 6000 inquilinos de todo el país.

En cuando a los aumentos registrados durante las actualizaciones semestrales, el 82 por ciento consideró que se trató de “una gran suba”. Por su parte, consultados sobre el porcentaje del sueldo que destinan para el alquiler, el 45 por ciento opinó que la porción que destinan de su salario es mayor.

Una de las preguntas estuvo relacionado con uno de los temas más sensibles para los inquilinos: los aumentos semestrales. Ante la consulta sobre la renovación en los contratos de alquiler, momento en que el propietario actualiza los precios teniendo en cuenta la inflación acumulada y la futura, en el 62 por ciento de los casos los inquilinos se vieron con la necesidad de tener que mudarse ante los incrementos de costos. La pregunta siguiente era si tuvieron que cambiar de barrio ante no poder renovar: el 80 por ciento dijo que sí. Otra de las consultas era si se vieron obligados a volver a la casa de sus padres: 26 por ciento respondió afirmativamente. Además, el 40 por ciento afirmó que comparte el hogar con amigos o con sus padres para “economizar gastos”.

Las perspectivas son igualmente negativas para 2020. El 55 por ciento adelantó que no renovarán en el mismo lugar. De esas personas que planean mudarse, el 52 por ciento lo hará porque la cuota es mayor a lo que puede pagar, el 15 por ciento porque quiere cambiar de lugar, el 15 por ciento porque necesita más espacio, el 7 por ciento porque quiere cambiar de barrio, el 6 por ciento considera que no le renovarán el contrato y sólo el 5 por ciento planea comprarse una vivienda.

Los resultados de esta encuesta están en línea con un estudio que dio a conocer esta semana la Secretaría de Vivienda de la Nación . El documento mostraba que en todo el país surgen nuevas estrategias para sobrellevar las dificultades de acceder al alquiler: vivir en condiciones de hacinamiento, compartir una vivienda, mudarse más lejos o volver a la casa familiar. El acceso a la vivienda en las ciudades se da de manera creciente por medio del alquiler y, al mismo tiempo, aumenta el déficit habitacional. El costo de alquilar puede representar hasta el 50 por ciento de los ingresos de un inquilino.

Las asociaciones de inquilinos se muestran esperanzadas con que esta situación cambie: el miércoles pasado se aprobó la Ley de Alquileres en la Cámara de Diputados y resta tratarse en el Senado. De ser aprobada, los aumentos dejarán de ser semestrales para ser anuales, ya no dependerán de la especulación sino que estarán basados en cuánto subieron los salarios, los plazos serán más extensos y diversos gastos dejarán de estar a cargo de los inquilinos.