En los doce años de gestión del Pro en la Ciudad, entre ventas y concesiones y permisos, se privatizaron 473 hectáreas de tierras, que equivalen a 236 Plazas de Mayo. Un negocio millonario en el que grandes inversores inmobiliarios prácticamente se dividieron la Ciudad: Elzstain (IRSA o Banco Hipotecario), Costantini (Consultatio), Sancor Seguros, Inversa y el grupo Werthein (Landmark), entre los principales. Más de la mitad de estas privatizaciones se dieron durante la administración de Horacio Rodríguez Larreta, quien en cuatro años vendió más tierras que Mauricio Macri en sus ocho años como jefe de gobierno. Los datos surgen del relevamiento realizado por la Cátedra de Ingeniería Comunitaria y el Observatorio del Derecho a la Ciudad (ODC), que además señala que 150 hectáreas privatizadas corresponden a superficies verdes absorbentes, pérdida que agrava el déficit de espacios verdes que tienen los porteños.
El Observatorio y la Cátedra de Ingeniería Comunitaria de la Facultad de Ingeniería de la Universidad de Buenos Aires relevaron y sistematizaron los permisos de venta, concesiones y ventas de tierras que las tres gestiones del Pro realizaron desde 2008 en la Ciudad de Buenos Aires. El trabajo exhaustivo al que tuvo acceso Página/12, que se volcará en un próximo informe, incluyó las ventas aprobadas a través de leyes de la Legislatura porteña, los convenios entre Nación y Ciudad, las tierras subastadas por la Agencia de Bienes del Estado (AABE) y las ventas de la Corporación Sur (que no pasan por la Legislatura). Todos los datos fueron extraídos de fuentes públicas: leyes, licitaciones, expedientes administrativos, causas judiciales, etc.
De acuerdo a esos datos, durante las dos gestiones de Macri en la ciudad, entre 2008 y 2015, se privatizaron 205,8 hectáreas. Mientras que durante la administración de Larreta, de 2016 a 2019, la Ciudad enajenó 225,65 hectáreas y otras 20,5 hectáreas a través de los convenios de transferencia de tierras de Nación a Ciudad, es decir un total de 246,45 hectáreas. A las que se agregan otras 20,58 hectáreas liquidadas por la AABE, lo que hace un total de 472,83 hectáreas entregadas al sector privado.
De acuerdo al informe preliminar, la recaudación por las ventas entre 2008 y 2016 sumaron 68.114.000 de dólares y 669.159.000 millones de pesos. A los que se suman 174.000.000 de dólares y 11.060.000 millones de pesos por las tierras vendidas por Larreta entre 2016 y 2019. Y 591.680.000 de dólares recaudados por Nación a través de AABE, desde 2016.
En cuanto a las ventas y permisos, el estudio detalla que en los ochos años de macrismo en la Ciudad se vendieron 72,2 hectáreas y se otorgaron concesiones y permisos para 133,6 hectáreas; mientras que en los cuatro años Larreta vendió 82,34 hectáreas y otorgó concesiones y permisos para 143,31 hectáreas. Mientras que la gestión de Macri a nivel nacional permitió la venta de 10,74 hectáreas, la venta por convenio entre Nación y Ciudad por 20,8 hectáreas y concesiones y permisos de 9,84 hectáreas.
El titular del ODC, el abogado urbanista Jonatan Baldiviezo, explicó a este diario que todos estos datos hay que leerlos en un contexto de descapitalización del banco inmobiliario de la Ciudad, en los que la mayoría de las ventas y concesiones no están orientadas a resolver la emergencia habitacional ni la falta de espacios verdes. "Esta pérdida de tierras para el Estado es un endeudamiento a futuro, porque no hay forma de resolver la crisis habitacional sin tierras, y si la que queda la rematan para negocios privados la situación se va a agravar y será más costoso cuando el Estado tenga que recomprar tierras a precios mucho más elevados".
Sin embargo, para el especialista en cuestiones urbanas, hay una lógica que anuda las tres administraciones del PRO. "Teníamos dudas de por qué no se efectivizaban las ventas de todos los inmuebles que ya contaban con autorización, pero con la aprobación, este jueves, de la ley que flexibiliza la modalidad de venta de los inmuebles, quedó claro. Sabían que en algún momento iban perder la mayoría en la Legislatura y fragmentaron los debates y construyeron la normativa urbanística, es decir el andamiaje jurídico que necesitaban. Cuando quieren construir torres, venden primero las tierras y después les dan zonificación. Ahora tienen las autorizaciones de venta, el Código Urbanístico y la zonificaciones de muchos de las tierras que quieren vender. Con la nueva ley que les permite cierta discrecionalidad, ahora solo se tienen que dedicar a vender", advirtió el abogado.
Según detalló Baldiviezo, la aglomeración de las privatizaciones están ligadas al entorno ribereño, desde La Boca hasta la General Paz, una expansión de la modalidad de urbanización de Puerto Madero que genera una fragmentación espacial urbana que reemplaza a la desigualdad norte sur. Desigualdad que se buscó saldar con el traslado de reparticiones de gobierno a la zona sur y la incorporación del Metrobus y equipamiento urbano.
"Sacan informes que dicen que en la zona sur disminuyó la desigualdad porque disminuyó la distancia del valor del suelo con respecto a la zona norte. Porque para el gobierno hay desarrollo cuando aumenta el valor del suelo, que entre otras cosas genera gentrificación e imposibilidad de acceso a la vivienda. Y lo que ocultan es que tiene una planificación para generar este nuevo eje, el de la ciudad ribereña, con un sector que va a disfrutar del acceso al río y la zona con más espacios verdes. Que cuenta con autopista y aeropuerto y para el que se acondiciona toda la costanera".
A todo esto, se suma, según el titular del ODC, una política de integración social de la villa Rodrigo Bueno, ubicada junto a la Reserva Ecológica Costanera Sur, en la que el gobierno "busca a largo plazo expulsar a sus habitantes". "La rentabilidad del negocio inmobiliario es crear esa desigualdad espacial que permite concretizar el desarrollo inmobiliario", remarcó..
La otra cuestión que surge de los datos relevados, es que se privatizaron todos los playones ferroviarios que eran la reserva de tierras de la Ciudad y que se pusieron a disposición del mercado inmobiliario en estos doce años.
"La gestión del banco de inmuebles se da en un contexto de emergencia habitacional, económica y ambiental, y el recurso más valioso es la tierra porque es necesaria para dar soluciones a estas crisis, y el costo de oportunidad para la Ciudad es gravísimo. Si otra gestión quiere solucionar el tema, va a tener que comprar tierras a precios altos o expropiar, y es un endeudamiento a futuro porque no hay tierras vacías u ociosas".