José Alperovich se encuentra en Miami. Desde allí no solo negó la acusación de haber violado a una sobrina sino que además dijo que había sido víctima de amenazas por la muchacha y como tal había presentado una denuncia. Sin embargo, en los tribunales de Tucumán esa supuesta demanda no existe. 

Hasta el momento, el actual senador nacional sólo consiguió la solidaridad pública de sus hijos. Su esposa, la ex senadora Beatriz Rojkes, no dijo nada al respecto. Mientras tanto, Alperovich abogado defensor, el mediático Mariano Cúneo Libarona y se prepara, al menos eso dijo, para regresar al país. El miércoles debería participar de la sesión donde prestan juramento los nuevos senadores. 

Hasta ahora, en la Cámara alta la senadora Silvia Elías de Pérez, reconocida militante en contra de la legalización del aborto, solicitó que se activara el "Protocolo para la Prevención e Intervención en Situaciones de Violencia Laboral con Perspectiva de Género en el ámbito del Poder Legislativo Nacional". En tanto, desde la Comisión Banca de la Mujer (que preside la peronista pampeana Norma Durango) reclamaron que la Justicia aborde el caso "con celeridad".

"En estos casos hay que estar siempre del lado de los más débiles, es decir de las víctimas", aseguró el diputado justicialista de Tucumán, Pablo Yedlin, y agregó que "es una situación absolutamente compleja que requiere que la voz de la víctima sea oída, escuchada, tomada en cuenta y creída".  Por ahora Alperovich enfrenta dos denuncias. Una se presentó ante la Unidad Fiscal Especializada en Violencia contra las Mujeres porteña, y la segunda en la Fiscalía Especializada en Delitos Sexuales de Tucumán.