Tengo varios recuerdos del NO. Al principio era el lugar en el que podíamos anunciar que tocábamos, porque la internet que había por estos lados era muy pobre cuando la banda nació, y la comunicación con nuestro público era a través del suplemento, que siempre nos brindó una mano. Recuerdo una nota de tapa que hicimos, que el periodista se sorprendió un poco con mi historia familiar, y la terminó basando en los orígenes de mi apellido.

Esperaba el jueves, me gustaba salir a comprar el diario para leerlo en general, y para tener noticias y notas interesantes sobre lo que estaba pasando musicalmente en Buenos Aires. En definitiva, lo que va a terminar quedando son las buenas notas, ésas en las que el periodista sabe llevar al músico para sacarle lo mejor y llevárselo al lector.

El rol del suplemento siempre fue el de informar acerca de lo que pasa al costado del mundo. Correrse un poco de la noticia mainstream para darles espacio a nuevos proyectos. Es fundamental prestar atención al movimiento underground que hay en todos lados, porque ahí nacen las bandas: es como cuidar las inferiores de un club de fútbol. Y seguir alimentando la movida emergente después de 25 años.