La falta de coincidencia entre una foto y lo registrado en un informe policial generó la acusación por parte de los miembros de la Comunidad wichi San Felipe, del departamento Rivadavia Banda Sur, en contra de la Policía de la zona. Ahora no saben a dónde recurrir. La denuncia tiene que ver con la tala de árboles. La actividad tuvo lugar en una finca que se encuentra al lado de su territorio y que según lo informado por la Secretaría de Ambiente de la provincia se encuentra en zona roja según la categorización del Ordenamiento Territorial de Bosques Nativos.
La finca La Llave, de donde se extrae la madera, se encuentra a unos 20 kilómetros al este del pueblo de Rivadavia Banda Sur. Se llega al lugar por un camino que bordea el río Bermejo, y pasa por los parajes El Cocal, San Felipe, y El Destierro. La comunidad, en tanto, vive en el lote fiscal 30, al lado de la finca.
Según lo ratificado desde Ambiente a fines de octubre, cuando se realizó la denuncia desde la comunidad, pudieron constatar que un criollo que es puestero de la finca, tala los árboles. La finca a su vez es propiedad de otras personas que en principio serían oriundas de Buenos Aires. El criollo denunciado cortaba árboles para vender los rollos (troncos) a aserraderos de la zona.
“Toda esa zona es roja y notificamos al criollo que no podía sacar madera”, aseguraron desde Ambiente a Salta/12. Reconocieron que la Policía había registrado en la denuncia formal que sólo había secuestrado 6 rollos, sin embargo, se trata del mismo acoplado que fue fotografiado en esa circunstancia y en las tomas se pueden ver más de 10 rollos. Esta foto motivó la denuncia de los comuneros.
Dalmiro Acosta, miembro de la Comunidad San Felipe, denunció que pese a que se conocen este tipo de maniobras por parte de la Policía de la zona, no saben a dónde recurrir. Manifestó su preocupación porque se cortó una madera preciada como el algarrobo. La especie “está desapareciendo de la zona”, contó a Salta/12.
“Debe ser conservada porque somos vecinos y no podemos dejar las cosas así. Tenemos que defender la naturaleza que es lo que corresponde”, afirmó.
Pero las relaciones conflictivas entre vecinos también inciden. Pues comentó que en más de una ocasión miembros de la Comunidad ingresan a la finca para buscar leñas, y otros a “cortar horcones para el rancho y los sacan y los corren”, afirmó.