Miles de hinchas y socios de River Plate se hicieron presentes en las inmediaciones del Monumental para recibir al plantel como campeones, a pesar de la derrota en la final de la Copa Libertadores ante Flamengo. Los simpatizantes convocados por la subcomisión del hincha a través de las redes sociales se dieron cita en la Avenida Udaondo y el puente Labruna, y le dieron un recibimiento con banderas y aliento al micro que llevó a los jugadores desde Aeroparque hasta el estadio.
El plantel que conduce Marcelo Gallardo regresó desde Lima a las 18.30 y al ingresar por la autopista Lugones y tomar el puente Labruna, para ingresar al playón del Monumental, se encontró con miles de hinchas que les dieron una bienvenida de fuegos artificiales, banderazos y canciones por un largo rato, para saludarlos y aplaudirlos a pesar de la increíble derrota.
“Gracias y gloria eterna”, decían muchas banderas que los hinchas hicieron flamear detrás de los vallados y los cordones policiales organizados para ordenar la llegada del micro, que se vio desbordada por los miles y miles de fanáticos que fueron al Monumental a acompañar el arribo del equipo que no pudo coronarse bicampeón de América por muy pocos minutos.
Los agradecimientos y las ovaciones más grandes de la tarde fueron para Gallardo y seguidamente hubo un gran reconocimiento para Javier Pinola y Enzo Pérez, entre otros, quienes desde las ventanas del micro saludaron emocionados y agradecidos por el apoyo de la gente a pesar de la derrota.
Los hinchas no dejaron de recordar las finales que le ganaron Boca en 2018, en especial la de Madrid, y tampoco se olvidaron de la eliminación en semifinales de esta edición, que coronó una seguidilla de cinco series ganadas desde aquella en la Sudamericana 2014, en el Monumental. El momento más emotivo se vivió cuando, luego de descender todos del micro en el playón externo, el plantel, con Gallardo a la cabeza, salió a la calle para saludar desde un "corralito", mientras más de siete mil hinchas explotaron en ovaciones y agradecimiento ante las caras emocionadas de Pinola, Ponzio y varios jugadores más, que no pudieron contener las lágrimas.