Los Consejos Escolares de La Matanza, Avellaneda, Ensenada y Bahía Blanca rechazaron la convocatoria de la gobernadora María Eugenia Vidal para que 60 mil “voluntarios” den apoyo escolar o realicen tareas de auxiliares durante los paros docentes, y prohibieron su ingreso a las escuelas. “Este Consejo Escolar no autoriza la entrada de personal que no haya sido nombrado según las reglamentaciones y leyes vigentes”, informaron mediante resoluciones oficiales enviadas a las escuelas. Además, llamaron a Vidal y al director general de Cultura y Educación, Alejandro Finocchiaro, “a ponerse a derecho”.
Alejandro Schwartzman, presidente del Consejo de La Matanza, contó que en su distrito la decisión fue tomada por la totalidad del cuerpo, que tiene representantes del Frente para la Victoria, el Frente Renovador y Cambiemos.
“Hay leyes y la gobernadora tiene que respetarlas”, señaló a PáginaI12. “La ley 10.579 –el estatuto docente– marca qué requisitos deben cumplir los maestros para estar al frente de un aula, y la ley 10.420 lo hace para los auxiliares. Creemos que el anuncio tiene que ver con disciplinar a los docentes en la discusión salarial. Y además, es un peligro: imaginemos que entre los voluntarios va un abusador, o Jack el destripador, ¿quién se hace cargo? Nosotros, no: que se haga cargo el ministro de Educación. Por eso esto fue una decisión de cuerpo”.
De los consejos escolares depende la infraestructura escolar, el servicio alimentario y la designación de auxiliares para las escuelas. Los consejeros son elegidos por el voto: figuran en las boletas, después de los candidatos a concejales.
Si reaccionaron rápido y sumaron en el rechazo a consejeros de Cambiemos –en algunos municipios, en otros se abstuvieron– fue porque se veían venir un tema que ya tuvieron que discutir el año pasado, cuando la provincia tomó una medida similar frente a un paro de auxiliares. En aquel caso, lo hizo habilitando a las escuelas para que contrataran a padres o a cooperativistas en reemplazo de los auxiliares que se embarcaron en una huelga tan larga como falta de alianzas gremiales y de repercusión, y a los que descontaron violentamente los días no trabajados.
Es decir que el anuncio de Vidal no es tan sacado de la galera como pareció en un primer momento. Tuvo una prueba piloto, en un escenario de menor repercusión. Tampoco se limitó a la declaración para los medios: la Dirección General de Cultura y Educación ya publicó en su página web un formulario para inscribirse como “voluntario”. Pide solamente nombre, DNI, teléfono y correo electrónico.
“Ni capacitación, ni antecedentes, ni nada más. Si yo, como padre, tengo que mandar a mi hijo, no lo dejaría ir. ¿Cómo sé con qué persona va a estar?”, se preguntó Raúl López, titular del consejo escolar de Bahía Blanca.
El consejero agregó que como institución, son responsables de todo lo que pasa dentro de la escuela, “por esto nuestra postura es la defensa irrestricta de la legalidad. La gobernación también lo sabe. Muchos de estos voluntarios surgieron de los call centers de Cambiemos, de donde aparecieron 200 o 300 tuits en un momento. Y además, con algún personaje nefasto como uno de los primeros tuiteros, un ex agente de inteligencia y miembro del Batallón 601. No me dejaría tranquilo como padre que una persona de su tenor estuviera a cargo de mi hijo”.
Los consejeros hicieron hincapié en el carácter antisindical de la iniciativa. “Va en contra de los derechos de los trabajadores”, dijo a este diario Fabián Díaz, presidente del consejo de Avellaneda. “Lo que están pidiendo los maestros es sentarse en una paritaria real, para negociar un sueldo digno. La gobernación no asume esta discusión y utiliza el mecanismo de los ‘voluntarios’ para deslegitimarlos”.
Consultado sobre qué ingerencia pueden tener los consejos en el armado de “apoyos escolares” por fuera de las escuelas, Díaz comentó que así como el tema del cuidado de los chicos es complejo, también lo es la preparación de la comida en condiciones sanitarias. “Es más sencillo, en un Estado democrático, sentarse a discutir y resolver los conflictos laborales.”