Para Sabina Frederic, doctora en Antropología (UNQ-CONICET) y coordinadora del GT CLACSO Policías y Seguridad en Regímenes Democráticos, "la política de Seguridad de Cambiemos merece ser desagregada en varios niveles. Algunos más visibles. Los de alto impacto mediático, anclados en la espectacularización de procedimientos policiales, decomisos y allanamientos en la denominada 'lucha contra el narcotráfico', desarticulación de 'bandas', 'mafias' y el 'crimen organizado'."Frederic sostiene que el nivel de alto impacto mediático "se apoyó en la creciente naturalización de la asociación entre inseguridad y narcotráfico". "También en este nivel la política de seguridad se recostó en la sobreactuación de la protección y el cuidado de las Fuerzas de Seguridad, dramatizando las diferencias con la gestión del gobierno anterior", señaló Frederic. La imagen de Bullrich acompañando a los gendarmes heridos durante el ficcionado enfrentamiento con la murga de niños y mujeres forma parte de esa decisión discursiva."Algunos de los hitos fueron la desaparición de Santiago Maldonado y la invención de la 'Doctrina Chocobar'. Este nivel más discursivo fue también acompañado por protocolos y reglamentos que autorizaban el uso hiperdiscrecional de la fuerza por parte de los/as policías. Generaron un clima de impunidad, que derivó en el incremento de la violencia institucional según datos de la CORREPI. En cualquier caso, los diversos protocolos lanzados y promovidos por el Ministerio de Seguridad de la Nación, desde la habilitación del derribo de aviones en vuelos clandestinos, hasta el protocolo de uso de la fuerza en manifestaciones, hasta la autorización de hacer uso del arma de fuego sin dar la voz de alto, fueron impulsados por una misma lógica: extinguir o relegar la actuación de la justicia."Sobre los resultados verificables de las decisiones asumidas por Patricia Bullrich, Frederic consideró que "si analizamos los efectos concretos, la lucha contra el narcotráfico no disminuyó la oferta de drogas ilegalizadas, ni el consumo, tal como lo indica el último informe de la SEDRONAR. Esto indica su ineficacia. Pero, además, amplificó las causas penales contra consumidores y pequeños traficantes, que terminaron abarrotando las cárceles de personas viviendo en condiciones infrahumanas, en todo el sistema penitenciario, al incrementar la tasa anual de población penitenciaria del 3% que teníamos hasta el 2015 al 12% a partir de 2016.""También fue incapaz de reconvertir a la Policía Federal en una policía de investigación criminal (una suerte de FBI), no ejerció supervisión alguna sobre la formación, la capacitación y el reentrenamiento, ni garantizó los derechos laborales efectivos de las fuerzas de seguridad y policial considerando el malestar existente y la serie de causas judiciales pendientes de resolución."