“Una cosa es bailar y otra salir a bailar”, distingue Chita mientras clava su intimidante mirada. Encanto, su hipnótico álbum debut, tiene algo azulado o blusero, pero con un groove bien hip-hopero, como corresponde a estos tiempos. Y las canciones del primer disco de la joven Francisca Gil musicalizan esas danzas que sólo surgen en la intimidad de las pieles y de las mordidas consensuadas y sus consecuencias. Con él, con ella (“A la noche ella tiene otro encanto/ me lo saca de la boca pa’ fumarlo”, canta en A la noche) o consigo misma (“Poder en mis manos/ el cielo se traduce en mis labios”), las canciones de esta compositora, cantante y tecladista tienen la sutileza y la crudeza de la buena música soul.


“Nunca lo había pensado pero definitivamente el disco tiene algo re introspectivo, aunque no fue buscado. Lo mismo con las cadencias y las letras, que son un poco más oscuras, quizás por el tipo de acordes y de teclados que elegimos. Pero creo que lo que hicimos con Laucha Rico Gómez –el productor del disco y bajista de su banda– es como un subgénero del hip hop. Escucho mucho hip hop, entonces inevitablemente algo de eso va a surgir, pero no rapeo, aunque a veces quizás tengo unas melodías que son más habladas.“

Encanto es un disco nacido en escorpio, sexy y reflexivo, en el que su inconfundible voz, profunda y jazzera, y esos climas agridulces –que en algunos momentos recuerdan a Meshell Ndegeocello– hacen que a esta chica clase ‘96 el nombre del animal terrestre más veloz del planeta le quede impecable. “Se me caen los tornillos/ Sin mis tetas no hay paraíso/ No levantes esos pétalos del piso/ Fue por mi bien que me agregué un par de vicios”, canta en Paraíso, otro de los hitazos potenciales que quizás con el tiempo la conviertan en la primera artista soul local en lograr la masividad.

“Para mí el soul acá en Argentina siempre tuvo eso de ser una movida muy underground. Conozco un montón de bandas y artistas locales de soul que son buenos, como Sophie Sobral o M de Mariela, pero nunca terminaron de ser tan mainstream. Pero también siento que acá nunca se indagó en lo que es el soul o el R&B más moderno... como que se quedaron muy atrás”, dice mientras de fondo suena un vinilo de Blood Orange.


Yendo más allá de su EP debut, Bring Me Down, Francisca se aleja cada vez más de ese soul más tradicional y se acerca también a la actual música urbana (en el disco participa Neo Pistea en Nada más que hablar y ella ya colaboró con Ca7riel) en este debut que se distingue por su calidad y por la singularidad de su enfoque, entre tantas raperas y traperas.

“Me dijeron que era ‘jugado’ hacer un disco, ¡pero yo pensé que era lo que hacían los músicos!“, dice Chita. “Siento que la atención dura cada vez menos. Pero también es verdad que si tenés un tema buenísimo y hacés un video que está bien, la rompés. Acabo de scar un videoclip del primer tema del disco, Poder en mis manos, y hubo mucha gente que lo escuchó recién ahora porque hay un video, aunque ya estaba el simple. Si no, ni idea.”

* Chita presentará Encanto este jueves 28 de noviembre a las 20.30 en Niceto Club, Niceto Vega 5542.