Días antes que el Tribunal Constitucional anule la prisión preventiva de Keiko Fujimori, su esposo, el norteamericano Mark Vito, decidió presionar montando un espectáculo mediático en la calle, donde armó una carpa y se metió en ella declarándose en huelga de hambre hasta que liberen a su esposa. Tuvo la difusión que esperaba. Dos semanas después de su supuesta huelga de hambre, llegó el fallo que buscaba. Sollozando, quejándose que el cuerpo le temblaba y ya todo había comenzado a fallarle, aunque estaba de pie y no se le veía nada mal, celebró la liberación de su esposa. La familia Vito Fujimori no dudó en usar a una de sus dos menores hijas para presionar. Una de ellas escribió una sentida carta pública pidiendo la libertad de su madre. Por el caso Odebrecht, el ex presidente Alejandro Toledo (2001-2006) se encuentra preso en Estados Unidos sometido a un proceso de extradición; Alan García (1985-1990 y 2006-2011) se suicidó antes de ser detenido; Ollanta Humala estuvo nueve meses en prisión preventiva y hoy espera juicio; Pedro Pablo Kuczynski (2016-2018) debió renunciar a la presidencia y hoy está bajo arresto domiciliario.