Durante la jornada de ayer vecinos de los barrios La Playa, Sector 5 y San Cayetano ubicados en el fronterizo municipio de Salvador Mazza, realizaron una movilización hasta la intendencia para reclamar la culminación del puente carretero que se inició en 2017, cuando la pasarela que hasta ese momento los conectaba con la ciudad fue arrastrada por una creciente.

Vania Romero, presidenta del Centro Vecinal del barrio Sector 5, aseguró a Salta/12 que desde marzo de 2017 están “aislados del centro de la ciudad”, y acusó al intendente Rubén Méndez de inacción. Además, dijo que no quiere atenderlos.

“Hoy (por ayer) fuimos hasta la Municipalidad y nos atendió el secretario de Gobierno (Daniel Campos), porque parece que el intendente no está o no quiere atendernos. Él se comprometió a enviar gente por la tarde para avanzar en la obra, pero no vino nadie”, dijo Romero.

A su vez, agregó que Méndez se escuda en que fue la provincia la que se comprometió a hacer el puente carretero en 2017, “pero luego la empresa paralizó la obra”.

Romero recordó la lucha que tuvieron que dar para conseguir que los escuchen, “en 2017 tuvimos que cortar el ingreso a las plantas de Refinor y de Gasnor para que venga gente de la provincia a escucharnos. Nos prometieron que en tres meses íbamos a tener un puente nuevo y mire, todavía lo estamos esperando”.

Sobre la estructura de metal y cemento que quedó, los habitantes del barrio pusieron unas maderas para poder cruzar, “pero fue una salida precaria porque antes teníamos que pasar por el agua”, dijo indignada la presidenta barrial.

“Él es el intendente y no hace nada para que esto avance. En el medio, nosotros tenemos que pasar todos los días por una estructura de madera inestable a más de 20 metros de altura”, subrayó Romero.

Otro vecino, José Alberto Organivia, manifestó que “la desidia es anterior, ya que Méndez había recibido el dinero para hacer el puente carretero pero sólo hizo una pasarela que se la llevó la creciente”.

Y subrayó que en días de lluvias cuando crece el río, los barrios ubicados del otro lado de la quebrada quedan aislados, “los docentes se niegan a cruzar por miedo a que eso se caiga, y tenemos más de 150 chicos que se quedan sin clases y sin almuerzo. Lo mismo pasa cuando alguien se enferma, no pueden llegar las ambulancias ni la Policía”.

Los vecinos manifestaron que si hoy, martes, no arrancan las obras para terminar el puente, volverán a movilizarse hasta el municipio y radicalizarán la protesta hasta obtener una respuesta.