Los hermanos Delfín Reynaldo Castedo y Raúl Amadeo "Hula" Castedo, detenidos por narcotráfico y homicidio, fueron trasladados a la cárcel federal de Ezeiza, en la provincia de Buenos Aires.
La novedad, que se conoció primero por rumores, fue confirmada a Salta/12 por el juez federal de Orán, Gustavo Montoya, quien informó que la decisión se tomó porque se supo que se estaba preparando un plan de fuga. Hasta este fin de semana pasado los hermanos estaban alojados en el Complejo Penitenciario Federal III, ubicado en la ciudad de General Güemes.
Montoya tiene a su cargo el trámite de causas en las que los hermanos están siendo investigados como integrantes de una asociación ilícita narcocriminal. Delfín Castedo está sindicado como el jefe de esta banda. Además, los hermanos tienen una acusación por homicidio en la justicia provincial.
El juez explicó que el Servicio Penitenciario Federal aplica un sistema de clasificación inicial de riesgo para "ponderar o mensurar el índice de fuga o evasión de una persona en base a ciertos criterios que ellos han establecido", entre esos recursos se cuentan los logísticos, que están dados por el poder adquisitivo.
Es el caso, generalmente, de los presos en investigaciones sobre organizaciones dedicadas al narcotráfico. Integran "empresas de narcocriminalidad, por lo cual tienen rentabilidad como toda empresa. En ese sentido estos detenidos presentan un alto riesgo de fuga o evasión" y de la "inteligencia que hizo oportunamente el Servicio Penitenciario surgieron testimonios de que se estaría organizando una posible fuga".
Entre otros aspectos, había llamado la atención la presencia de drones que circulaban por la zona de la cárcel de Güemes, "entonces urgentemente tomé cartas en el asunto porque son personas peligrosas", informó el magistrado.
Los Castedo fueron destinados a un sector de máxima seguridad en la cárcel de Ezeiza, donde se alojan personas con alto índice de riesgo de burlar los controles debido a su capacidad de corromper, porque "son gente con muchos recursos y que pueden sobornar a los funcionarios". El juez señaló que precisamente por esto, "como somos todos vulnerables, algunos menos que otros, se los quita de la zona", donde los hermanos tienen mayor posibilidad de contar con colaboradores, porque ambos son de la provincia.
Un juicio demorado
Además de las acusaciones por narcotráfico, los hermanos Castedo están procesados como autores intelectuales del asesinato de la pequeña productora rural y comerciante Liliana Ledesma, un hecho cometido el 21 de de septiembre de 2006, en la localidad fronteriza de Salvador Mazza y que está vinculado al narcotráfico.
La joven fue asesinada poco después de que llegara hasta la ciudad de Salta denunciando el cierre de caminos vecinales en la frontera con Bolivia para dejar la zona liberada al narcotráfico y al contrabando en general. Responsabilizaba por esto al entonces diputado provincial José Ernesto Aparicio (ya fallecido), a quien señalaba como socio de los hermanos Castedo.
Delfín y Raúl Castedo no fueron imputados inicialmente por este crimen, a pesar de que los familiares de la víctima denunciaron la misma noche del 21 de septiembre que los hermanos estaban detrás del homicidio. Esa falta de imputación les dio tiempo para salir del país, lo que hicieron antes de que el juez actuante, Nelso Aramayo, ordenara su detención.
De esta manera estuvieron prófugos, durante diez años en el caso de Delfín, detenido recién en julio de 2016 en la localidad bonaerense de Ituzaingó. En cambio, "Hula", a poco de salir del país fue detenido en Bolivia, donde fue imputado y condenado por narcotráfico. Desde ahí fue extraditado a Argentina a principios de 2016.
El juicio contra ambos por el crimen de Ledesma se había previsto inicialmente para principios de este año, pero se suspendió y fue reprogramado para octubre, cuando volvió a suspenderse. Consultados por Salta/12, ni el Poder Judicial ni el Ministerio Público Fiscal de Salta pudieron precisar cuándo se hará finalmente el debate.
El juicio oral debe realizarse ante la Sala I del Tribunal de Juicio con sede en San Ramón de la Nueva Orán, cuya jurisdicción comprende al lugar donde se cometió el crimen. En octubre se había previsto que los Castedo iban a ser trasladados desde General Güemes a esa ciudad, pero la Corte de Justicia de Salta ya ha sido advertida de la peligrosidad que implican estos traslados, por lo que, el día que se celebre el juicio, es posible que los hermanos lo sigan por videoconferencia.
"Son personas que hay que juzgarlas como si fueran Los 12 Apóstoles, como la banda de Los Monos, no hay que moverlas del Servicio Penitenciario", explicó el juez Montoya, quien recordó que él mismo tomó medidas similares para las dos indagatorias que les tomó. La primera vez el juez viajó a la ciudad de Salta y los indagó en la Cámara Federal de Apelaciones; la segunda vez las indagatorias se hicieron en la misma cárcel.
Una banda narcocriminal
María Gabriela Aparicio, hermana de Ernesto Aparicio, llevó a Liliana Ledesma hasta el lugar del homicidio. Aprovechando que se conocían, la condujo con engaños hasta la pasarela del barrio Las Rosas, donde la atacaron a cuchillazos Aníbal Ceferino Tárraga, Lino Abdemar Moreno y Casimiro "Nene" Torres.
Por escuchas telefónicas ordenadas años antes en una causa en la que se investigaba a Delfín Castedo por narcotráfico, se supo que habían recibido un pago del clan Castedo para cometer este crimen. Los cuatro fueron condenados a prisión perpetua en 2010. En ese juicio fueron también fueron condenados por encubrimiento Patricia Guerra y Juan Moreno.
Los Castedo tenían un estrecho vínculo con Ernesto Aparicio, que aparecía como dueño de la finca El Pajeal, aunque luego se demostró que el verdadero propietario era Delfín Castedo, que también poseía la finca El Aybal. Ambas completan unas 28 mil hectáreas en una zona estratégica lindante con Bolivia. Además, del otro lado de la frontera, otra hermana de los Castedo, Roxana, es propietaria de 30 mil hectáreas vecinas, es decir que podían atravesar la frontera sin ningún tipo de control.
Por eso, del lado argentino, las dos fincas han sido embargadas y han sido entregadas para su explotación a la Universidad de Buenos Aires (UBA).
Por otro lado, Delfín Castedo es uno de los narcotraficantes beneficiados por el ex juez federal Raúl Reynoso, quien en diciembre de 2013 llegó a fraguar un acta para hacer constar que el capo narco había asistido a una indagatoria, tras la cual lo eximió de prisión. Reynoso ha sido condenado por estas prácticas.
Otros integrantes de la familia Castedo han sido acusados por narcotráfico. En enero de 2018, en la localidad de Hipólito Yrigoyen, fue detenido Roberto César Castedo, otro hermano. Transportaba casi 100 kilos de cocaína. Un cuarto hermano, Rafael Castedo, está también imputado por asociación ilícita.
En enero de este año la policía boliviana detuvo en la ciudad de Yacuiba a Mario Morfulis Herrera, el marido de Roxana Castedo. Es sindicado como uno de los más grandes proveedores de cocaína.
En junio fue detenida la esposa de Delfín Castedo, Melba del Carmen Araujo; fue procesada por el tráfico de 180 kilos de cocaína secuestrados en un operativo en la ruta nacional 16, a la altura de la localidad salteña de El Quebrachal.