En la última audiencia del juicio que se le sigue a Ricardo Ayala por haber baleado al joven Lucas Cabello con su arma reglamentaria y dejarlo cuadripléjico, en un episodio ocurrido en 2016 en un conventillo del barrio de La Boca, la defensa pidió su absolución al entender que disparó en defensa propia. Tras el alegato, el tribunal pasó a un cuarto intermedio hasta el jueves de la semana próxima cuando dará a conocer el veredicto, informaron fuentes judiciales.
La audiencia se inició a las 13 en el Tribunal Oral en lo Criminal y Correccional (TOC) 1, presidido por el juez Adrián Pérez Lance, quien escuchó el alegato de la defensa del policía Ricardo Ayala (27), a cargo de los abogados Alejandro Bisbal y Santiago De Jesús.
Los letrados solicitaron a los jueces Luis Salas, Adrián Pérez Lance y Fernando Ramírez la absolución del imputado porque disparó en "defensa propia". Tras el alegato, el TOC 1 pasó a un cuarto intermedio para el 5 de diciembre a las 12 con las "últimas palabras" de Ayala y el veredicto.
La semana pasada, la fiscal del juicio, Irma García Netto, pidió que el efectivo sea condenado a 13 años de prisión por el delito de "tentativa de homicidio agravada por ser miembro de una fuerza de seguridad".
La funcionaria judicial descartó la versión del acusado que, si bien en el juicio se negó a declarar, en la instrucción de la causa justificó el uso de su arma por una supuesta seguidilla de amenazas a su vida por parte de Cabello (24).
"La declaración de Ayala, quien dijo haber dispado en defensa propia porque le pareció que Lucas Cabello estaba armado, no se condice con las pruebas ni los testigos. Cabello no tenía armas: la única prueba balística encontrada fue la del arma reglamentaria del policía Ayala", remarcó la fiscal en su alegato.
El efectivo de la ex Policía Metropolitana, quien llegó al juicio en libertad, había sostenido que el joven sacó de su cintura un "arma plateada", que nunca fue hallada en el lugar del hecho. Siempre según la versión del imputado, disparó en dos oportunidades contra Cabello a menos de dos metros, aunque luego los peritajes determinaron que lo hizo tres veces y que los proyectiles impactaron en la cara del joven, en su pierna derecha y en su testículo izquierdo.
El primer disparo le dañó la médula ósea, a la altura de la cuarta y quinta vértebra, y dejó a Cabello con secuelas permanentes que lo obligan a moverse en silla de ruedas y con asistencia de familiares y amigos.
El hecho ocurrió el 9 de noviembre de 2015, cuando Ayala se encontraba en el conventillo de La Boca situado en Martín Rodríguez al 500 custodiando a una persona por decisión judicial y Cabello vivía allí con su pareja y su hija pequeña.
Según contó Cabello en la instrucción y que fue reproducida en video en el juicio, él volvía de comprar dos sándwiches de milanesa cuando se cruzó con el policía y mantuvieron una breve discusión cuando éste le dijo "¿!Qué mirás?". Cabello le respondió que fuera a custodiar un banco y segundos después, Ayala le disparó y le dio en el mentón. Cabello cayó al piso y Ayala le disparó dos veces más.
La abogada de la familia Cabello, Gabriela Carpineti, pidió por su parte 20 años de prisión para el efectivo, al considerar probado durante el juicio la responsabilidad penal de Ayala en el delito de "tentativa de homicidio agravado", por su condición de policía.
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