El jefe de Gabinete porteño, Felipe Miguel, dijo este martes en la Legislatura local que fue desactivado el proyecto denominado "Complejo Hospitalario Sur", que iba a reunir en Parque Patricios a los hospitales Muñiz, Udaondo, Marie Curie, Ferrer y el Instituto de Rehabilitación Psicofísica (IREP). El plan, impulsado el año pasado por el jefe de Gobierno a través de un decreto, había sido criticado por trabajadores de la salud y expertos, quienes sostuvieron que era un mecanismo para seguir privatizando la salud y desarrollando negocios inmobiliarios. "Es un proyecto que estaba en análisis y hoy no está en el presupuesto de la Ciudad para el 2020 ni en el plan de Gobierno", afirmó el funcionario al dar el informe de gestión previsto por la administración de Horacio Rodríguez Larreta para el año próximo.
El decreto 297/18, publicado en el Boletín Oficial en septiembre de 2018, había modificado la estructura del Ministerio de Salud porteño que conduce Ana María Bou Pérez al crear la Unidad de Proyectos Especiales (UPE) Complejo Hospitalario Sur como "organismo fuera de nivel bajo la órbita de la Subsecretaría de Planificación Sanitaria del Ministerio de Salud, con rango, nivel y atribuciones de Dirección General" para integrar los hospitales de enfermedades Infecciosas F. Muñiz, el de Gastroenterología B. Udaondo, el de Rehabilitación Respiratoria M. Ferrer, el Municipal de Oncología Marie Curie y el Instituto de Rehabilitación Psicofísica, en el predio del Hospital Muñiz.
Para la integración de los centros sanitarios se planeaban construir 50.000 metros cuadrados y remodelar otros 10.000, con un costo estimado a abril del año pasado, previo a la megadevaluación, de 160 millones de dólares. De los cuales se pensaban recuperar 123,7 millones con la venta de los hospitales Udaondo, Curie, Ferrer e Irep.
El rechazo a la medida fue casi unánime en el sector de la salud y el arco opositor, que se movilizó durante 2018 contra el proyecto que, con el argumento de mejorar la gestión, centraliza organismos estatales y vende tierras públicas, descapitaliza el banco inmobiliario de la Ciudad y favorece los negocios inmobiliarios. "Larreta, Larreta, Larreta / Larreta dejá de joder / Queremos los cinco hospitales / Y los vamos a defender", fue uno de los cantito entonado entonces por trabajadores, pacientes y vecinos de varios hospitales porteños que marcharon para repudiar la iniciativa. Aunque el grito que más se replicó fue el "cinco por uno, no va a cerrar ninguno".
Además del decreto que eludió a la Legislatura, el proyecto sólo contaba con un power point de 62 páginas que difundió el gobierno y que generó más incertidumbre porque en su último apartado sostenía que para la implementación había que "sortear limitaciones" del Área de Patrimonio Histórico y del Código de Planeamiento Urbano, realizar "acuerdos políticos con los gremios por el solapamiento de las estructuras jerárquicas". Además, afirmaba que se debía establecer "un plan para evitar judicializaciones"; y la necesidad de "mudanza de casos críticos para no tener que mantener en paralelo las instituciones funcionando", entre otros puntos que dispararon el alerta de las organizaciones sociales.