Ayer, el Espacio Monteviejo abrió sus puertas para concretar un reconocimiento justo y soberano: el de David Lebón como miembro honorario de la Asociación Argentina de Técnicos e Ingenieros de Audio (A.A.T.I.A). Fue la excusa perfecta para que, imbuido en un clímax sereno, de mucha emotividad y calidez, el guitarrista rindiera cuenta de los pormenores musicales, creativos, técnicos y sobre todo humanos que rodearon la grabación de su último disco: David Lebón & co.
“La verdad que no sé qué decir, como nunca sé qué decir”, fue la humorada del Ruso, que dio inicio al acto de cierre del ciclo “Grabado en Buenos Aires”, que organizó la Asociación. Pero algo dijo después, claro. “Lo que me gusta es tocar y me gusta que haya gente que tenga el sentimiento para entender lo que me pasa. Y lo que me pasó en la vida, también, porque me encontré con mucha gente hermosa, sin buscarla. Simplemente porque tuve paciencia. Mi abuela me decía ´Vos querés que se haga de día, entonces tenés que esperar que pase la noche´. Y así fue. Me rodeé de gente que me ayudó, que no generó problemas, que me hizo disfrutar un montón, y pintar como un artista lo que pasa en el alma de la gente”.
Desde las gradas, ahí nomás, se sintieron aludidos -entre otros- Amilcar Gilabert, Gustavo Gauvry -el ingeniero de grabación del disco en cuestión-, Facundo Rodríguez, y el productor Gabriel Pedernera, que participó de la jornada vía teleconferencia. “Estoy re copado. Estoy como si estuviera en el camarín de los Stones en el 2005”, fue la humorada de Pedernera, cuya voz e imagen eyectaban desde una pantalla ubicada al fondo de la escena.
“Lo maravilloso de este disco pasó por entender el rol de cada uno en él. Funcionó como una cadena con sus distintos eslabones para llegar a un buen resultado… Esto significa dejar de lado mañas, dejar de lado el ego. Y David, que tocó con todos e hizo de todo, marcó ese camino. Nos enseñó. En este sentido, se entiende mejor el rol del productor que, en vez de imponer, a veces tiene que dejar fluir. Escuchar lo que el artista tiene para decir, y cómo”, manifestó el también baterista de Eruca Sativa, trío de power rock que completan la tremenda violera “Lula” Bertoldi y Brenda Martin en bajo.
Junto a ellas apareció Pedernera, durante otro de los picos emotivos de la noche: el de la cocina, el anecdotario, la entrecasa de la grabación del disco, con todos y todas sus protagonistas, en un registro fílmico realizado por Rodrigo Alonso. Eruca, en rigor, entregó una imponente versión de “Dos edificios dorados”. Tras ver la secuencia -otra vez- en vivo, el Ruso se derritió de amor. “Estamos todo el tiempo a los abrazos… ¿qué agregar a eso?”, señaló.
Otro de los registros fílmicos compartidos con el público fue el de “Un mundo agradable”, pieza de David Lebón & co, que el guitarrista compartió con otro de su estirpe: Ricardo Mollo. “Me voy a sentar ahí en el piso”, se le escucha decir al líder de Divididos. “A David lo conocí hace muchos años. Un día, después de Pescado Rabioso, apareció en casa con mi hermano Omar y nos fuimos a zapar a su casa, en Olivos. Yo tenía 15, 16 años. Después no lo vi por mucho tiempo, pero quedó, junto al Flaco Spinetta, como una de mis mayores influencias”.
Se escucha en el disco y se valora en la imagen: el solo de Mollo en ese tema del último Seru Giran es impecable. La Stratocaster blanca descolla. “! Cómo suena!”, se le escucha decir a David después. “Hay notas que suenan muy de amor, como Jeff Beck. Vienen de un lugar imposible de esquivar". Otro video fue el del backstage del registro de “Sueltate Rock and Roll” (retorno de Polifemo, luego de cuarenta y dos años). David, Rinaldo Rafanelli y Juan Rodríguez se preguntan en él por qué se separó el trío, y nadie tiene la respuesta. Pero el tema suena como si nunca hubiesen dejado de tocar juntos.
Luego, entrada la noche, Facundo Rodríguez -el ingeniero de grabación del disco también galardonado- dio su punto de vista acerca de la trastienda del disco. “Fue un disco hecho en equipo, en el que cada pieza cumplió su rol a la perfección y todos nos complementamos. Ninguno tiró para su lado, quiero decir”, manifestó. La A.A.T.I.A, también aprovechó el evento para distinguir con membresías honorarias a Jorge “Portugués” Da Silva y Osvaldo Acedo, otras dos figuras del mundo del sonido.