Uno de los casos más resonantes, en relación con los curas involucrados en abusos sexuales, es el del ex obispo de la localidad salteña de Orán, Gustavo Zancheta, quien tuvo que regresar a la provincia para asistir al juicio oral en su contra. Su defensor en el proceso, el profesor español de Derecho Canónico Javier Belda Iniesta, dijo que el ex obispo regresó a la Argentina, desde el Vaticano, para “limpiar su buen nombre y fama”, según dijeron sus allegados.
Según informó Salta/12, el defensor de Zancheta aseguró que la solicitud de arresto internacional, que se había difundido hace algunos días y que al parecer había sido transmitida a Interpol, podrá ser evaluada recién a partir de este jueves, si el exobispo no se presenta en el juicio. El dato fue corroborado por la jueza María Laura Toledo Zamora, presidenta de la Sala II del Tribunal de Justicia de Orán, a cargo del caso. El defensor sostuvo que el ex obispo estuvo siempre “a disposición de la justicia”, afirmación que fue relativizada por fuentes del proceso, que recordaron que el imputado se ha negado a responder e-mails y llamados telefónicos en anteriores oportunidades.
El ex obispo está acusado de cometer abuso sexual en perjuicio de un número no determinado de seminaristas. Tres de ellos se animaron a denunciarlo y tuvieron que dejar el seminario. Otros diez habrían sido “manipulados a nivel psicológico para acallar los abusos que vieron”.
Los abusos, que fueron denunciados ante la Nunciatura Apostólica en Buenos Aires ,“habrían ocurrido en fiestas que él (el ex obispo) organizaba los viernes con seminaristas. Allí, además, les daba alcohol” y luego se producían los actos denunciados por las víctimas.