El Parlamento europeo declaró la “emergencia climática y ambiental” en la Unión Europea, una resolución con la que el continente se convirtió en el primero en abordar, como tal, el fenómeno del cambio climático. La resolución fue apoyada de manera transversal (429 votos a favor, 225 en contra y 19 abstenciones) por representantes de la Alianza de Socialistas y Demócratas, Renovar Europa, Izquierda Unitaria Europea y los Verdes. La resolución, que sobrevino tras un texto de consenso entre dos proyectos, a dos semanas de que la Comisión Europea presente un borrador del Pacto Verde Europeo y a pocos días de la cumbre del clima (COP25) en Madrid.
La declaración también solicita que la Comisión Europea –cuya nueva conformación debutará el 1 de diciembre- modifique el objetivo de reducción de emisiones de dióxido de carbono de 40 a 55 por ciento para 2030 (con las emisiones de 1990 como umbral), para procurar la neutralidad climática en 2050. La meta es moderar el aumento de la temperatura del planeta, para que no supere 1,5 grados, en relación con niveles pre-industriales. Las instituciones europeas, pero también las globales, insta la declaración, deben llevar “a cabo las acciones concretas necesarias para luchar y contener esta amenaza antes de que sea demasiado tarde”.
“Que Europa declare el estado de emergencia climática es simbólico”, había advertido días atrás el impulsor de la propuesta, el eurodiputado francés Pascal Canfin, cuando aún no se había alcanzado un consenso con el aval de los Verdes. Para Canfin, no alcanzar el número necesario para aprobar la declaración habría dado un “mensaje terrible”.
Los representantes europeos de sectores conservadores desestimaron el peso de la declaración.“China, India y Estados unidos no están haciendo nada, por lo que el esfuerzo europeo es totalmente inútil”, aseguró el italiano Pietro Fiocchi.
Otros representantes, en cambio, advirtieron que la resolución debería ser el primer paso para exigir medidas concretas a nivel continental. "No se pueden seguir haciendo declaraciones grandilocuentes sobre el clima si se continúan con las mismas políticas de siempre", señaló el eurodiputado español Ernest Urtasun.
En esa línea, explicó, al aumento del objetivo de reducción de emisiones en Europa hasta el 65 por ciento en 203 debería sumársele "la supresión de cualquier financiación pública para combustibles fósiles en el marco financiero plurianual y una reforma de la Política Agricultura Común".
De acuerdo con las previsiones, la Comisión Europea anunciará un programa verde, que en primera instancia aportará 5000 millones de euros para las zonas afectadas por el cambio climático.
Un estudio dado a conocer esta semana detalló que, en 2018, la concentración de gases invernadero en la atmósfera marcó un nuevo record. Según informó la Organización Meteorológica Mundial, la presencia de dióxido de carbono aumentó un 147 por ciento, el metano en 259 por ciento y el óxido nitroso, 123 por ciento. A comienzos de la semana, al presentar los datos, el secretario general de la OMM advirtió que “el futuro bienestar de la humanidad está en juego”.