El NO nos dio la oportunidad de opinar por fuera de las modas y del establishment del rock. Hicimos un montón de notas, fuimos tapa hablando de un montón de cosas, de la pérdida de Osvaldo, del estado de la escena. El suplemento estuvo muy presente en la carrera de Horcas, nos dio una cobertura única para un medio gráfico.

Hay un lado positivo, y un lado negativo. El NO siempre pudo captar en nosotros esa parte negativa. Si sobrevive, por algo será. Con lo de la parte negativa me refiero a enfocarse en ese sacrificio que, en definitiva, es la realidad de una banda de rock. Porque muchas veces un artista, para ser comercial, se impone un positivismo irreal, con tal de lograr parámetros de ventas. Se piensa que teniendo una imagen positiva, como si todo fluyera normalmente, vas a llegar al éxito. Pero la realidad es que cuando te cuesta, el resultado es más satisfactorio. Mostrar la cara sacrificada del “no a todo”, es tomar un riesgo. Y nosotros siempre quisimos ser realistas y eternos antes que una moda.