A más de ocho años de la desaparición de Paula Perassi, la Cámara de Apelaciones en lo Penal condenó a Gabriel Strumia a la pena de 17 años de prisión por el delito de privación ilegal de la libertad agravada por tratarse de una mujer embarazada. Su esposa, Roxana Michl, fue sentenciada a 7 años, como partícipe secundaria de ese delito. El tribunal determinó que ambos mantengan la libertad con restricciones durante el plazo abierto para apelar el fallo. De esa manera, la decisión del tribunal de juicio que había absuelto a los nueve imputados quedó parcialmente revocada. En la misma sentencia confirmaron la absolución, por el beneficio de la duda, de cinco policías acusados de encubrimiento; y dos personas acusadas por los delitos de privación de la libertad y aborto sin consentimiento seguido de muerte, según la imputación que Fiscalía y la querella habían formulado. "La causa Perassi no termina acá", dijeron los abogados de la familia de la sanlorencina. Alberto Perassi, padre de la joven desaparecida desde el 18 de septiembre de 2011, lamentó que todavía "faltan los huesos de Paula". Afuera, los acompañaron organizaciones de mujeres (ver recuadro).

Los jueces Gustavo Salvador, Carolina Hernández y Javier Beltramone dieron a conocer ayer la resolución en una sala repleta. Tras conocer las modificaciones en el fallo de primera instancia (con voto de Salvador y Hernández), Alberto y Alicia se mostraron conmovidos, pero impotentes. "Todavía falta Paula, falta lo que yo busqué siempre; yo no busqué este momento, busqué los huesos de Paula y hoy me voy de acá sin justicia, sin Paula", lamentó. "Esto empieza a abrirse después de ocho años, esto pasó por la policía, por el poder político, por el (ex) juez (Eduardo) Filocco, por este pacto de silencio que posiblemente sean estos los primeros pasos para abrirlo. No sé si se va a romper", dijo el padre. Consultado sobre si sentía algún alivio, no dudó: "Ponele que sí, pero nuestro verdadero alivio va a ser encontrar los huesos de Paula. Ojalá esto abra algo para que alguien diga qué hicieron con Paula". Al mismo tiempo, el hombre que no deja de perseguir justicia por su hija lamentó que el resto de los acusados siga absuelto, como los cinco agentes policiales que iniciaron la investigación por búsqueda de paradero y fueron imputados por sustracción de pruebas y encubrimiento, además de un empleado de Struamia y una mujer acusada de realizar la interrupción del embarazo.

Adrián Ruiz, abogado de la familia Perassi, planteó que antes de tomar decisiones sobre los pasos a seguir leerán los fundamentos que se dieron a conocer en un fallo de más de 240 fojas. "Que se haya llegado a este grado de certeza en cuanto a la responsabilidad de Strumia y su esposa es un alivio porque para eso trabajamos y estamos convencidos. Este es un paso, pero el más importante es encontrar a Paula, porque la familia va a empezar a cerrar su duelo cuando les puedan explicar a los hijos de la mujer dónde está su madre", señaló el letrado. "No queremos que haya otra Paula Perassi", sumó. Su compañero José Ferrara agregó que "el Equipo Argentino de Antropología Forense sigue trabajando en la causa". Al mismo tiempo, destacaron el trabajo de la fiscal María Eugenia Iribarren que pudo "hilar" la acusación. 

Por su parte, Iribarren, quien se sumó al equipo acusador en la etapa de apelación, manifestó que "es un avance importante, un escenario totalmente distinto al de primera instancia, donde fueron todas absoluciones". Al mismo tiempo, adelantó que leerán los fundamentos para analizar los pasos a seguir con respecto a las personas que no fueron condenadas. 

En un tramo del fallo, se expresa: "Hemos visto y argumentado que Gabriel Stumia debe ser responsabilizado por la privación ilegal de la libertad, que se configura por cuanto, conociendo el imputado que la víctima se encontraba embarazada y mediante el ardid de llamar a Paula para que salga de su casa sin saber esta las verdaderas intenciones de Strumia, logró que saliera para luego aprehenderla y sustraerla contra su voluntad". La acusación daba cuenta de que el motivo fue que Paula estaba embarazada y que se le practicó un aborto sin consentimiento. Sobre Michl, agrega: "La figura penal del delito por la que debe ser responsabilizada es la misma que para Strumia. (...) Pues no puede dudarse que la imputada, conocedora de lo que estaba haciendo su marido, sabiendo que Paula Perassi se encontraba embarazada, y sin tener el dominio del hecho intervino en varias de las facetas, adquiriendo un papel que la ubica como una colaboradora".