“Tenemos bases más sólidas para sostenernos, estamos mejor de cara al futuro porque nos apoyamos sobre mejores cimientos”, dijo este jueves el presidente Mauricio Macri, ante un salón a medio llenar por los industriales reunidos en el cierre de la conferencia anual de la Unión Industrial Argentina (UIA). El mandatario destacó que “hoy los argentinos pagamos un 3 por ciento del PIB menos de impuestos que en 2015", mencionó el pre-acuerdo con la Unión Europea y la mejora del resultado comercial en el sector energético. En tanto, el presidente de la UIA, Miguel Acevedo, apuntó que “han sido cuatro años difíciles y la industria los ha sufrido particularmente. Estamos en una bisagra”, dijo, y le recordó a Macri los 150 mil empleos industriales que se destruyeron durante la gestión Cambiemos. A diferencia de la apatía que despertó Macri, los empresarios interrumpieron un par de veces con aplausos al presidente electo, Alberto Fernández, quien por la mañana asistió al encuentro (ver nota aparte).
Los industriales tienen lista su agenda de reclamos para el próximo gobierno, aunque conviven con alto grado de incertidumbre alrededor de los próximos interlocutores y de las primeras medidas del gobierno de Alberto Fenández. Por ahora, el nombre que más suena en Producción es el economista Matías Kulfas, quien asistió al encuentro junto a Alberto. En el tope de la lista de los pedidos de los industriales aparecen los créditos blandos para la producción, estímulos fiscales, impulso al consumo interno y cambios en los convenios laborales. A cambio, preparan su participación en el acuerdo económico y social que tiene como principal eje reducir rápidamente la inflación del orden del 55 por ciento anual al 30 por ciento. O sea, recuperar el terreno perdido en esta materia a lo largo del gobierno de Macri, que habría prometido bajar fácilmente la inflación.
“En este proceso de normalización de la economía, tenemos que salir de lo que fue el fin del fin, tenemos que salir del cepo”. Macri hacía esa mención en la celebración industrial a fines de 2015, cuando el mundo de los popes industriales estaba extasiado por el triunfo electoral de Cambiemos. En esa oportunidad, Macri anunciaba la eliminación de los derechos de exportación para las manufacturas, la modificación del esquema de declaraciones juradas anticipadas de importación y el desmantelamiento del régimen de información que las empresas tenían que brindar al Estado en materia de precios y cantidades. El clima para Macri fue ahora diametralmente opuesto, y las palmadas de los industriales fueron para Fernández.
Según los datos de la UIA, la producción de la industria nacional per cápita registra en los últimos ocho años un achicamiento del 25 por ciento. Bajo la gestión de Macri, la reducción es del 17 por ciento. Esa caída acumulada se desagrega en una merma del 4,7 por ciento en 2016, seguida de una recuperación parcial del 2,6 en 2017. En los últimos dos años, la situación se volvió crítica, con una caída del 4,3 en 2018 y del 5 por ciento esperada para 2019. En términos de empleo, la situación industrial venía estancada hasta 2015, aunque a partir de allí, se perdieron unos 150 mil puestos industriales. “Argentina está paralizada, en particular su sector productivo”, resumió el economista jefe de la UIA, Diego Coatz.
Por su parte, Acevedo advirtió sobre el “sentido de la urgencia, que obliga a la negociación de un “acuerdo profundo de largo plazo”. El titular de la UIA también manifestó la “preocupación por la relación con Brasil. Necesitamos más integración que tensiones, porque el mundo es competitivo como para regalar nuestros mercados regionales”. Ante la consulta de este diario a un reconocido industrial acerca del apoyo a Macri por parte suya durante buena parte de su gestión y a pesar del constante retroceso industrial, la respuesta fue que, “en el fondo, estuvimos en una clara posición de que íbamos en el rumbo equivocado”.