“Han provocado un verdadero genocidio familiar”. “Nos trasladan como animales”. “Hace cuatro años que no duermo”. Estas fueron algunas de las frases lanzadas por Daniel Pérez Gadín, quien no pudo disimular su enojo al declarar en el juicio por presunto lavado de dinero. En medio de un clima tenso dentro de la sala de audiencias, con fuertes cruces con el presidente del Tribunal, el hombre de 67 años, en prisión preventiva hace más de tres años y medio negó haber sido el contador de Lázaro Báez y criticó en duros términos a la Justicia Federal, a la que acusó de obrar bajo las órdenes del gobierno de Mauricio Macri y aseguró que no se siente en prisión preventiva sino que "me siento detenido por disposición del Poder Ejecutivo".
Por momentos muy nervioso, Pérez Gadín cuestionó la investigación y los argumentos para mantenerlo encarcelado. “Mi desgaste es muy grande. Pido disculpas por este nivel de tensión”, dijo.
Al inicio de su indagatoria, desde el banquillo de la Sala AMIA de Comodoro Py, se refirió a la ola de prisiones preventivas que reinó en la era Macri: “Han provocado un verdadero genocidio familiar. Han destruido familias enteras”, expresó. Tras hacer un relato pormenorizado de cómo son sus días en el penal de Ezeiza, se quejó por las condiciones de detención. “Hace cuatro años que no puedo dormir. Me despiertan cada dos horas”. Además, advirtió sobre la peligrosidad de los traslados a Tribunales, en vehículos deteriorados y esposados al piso: “Los traslados son en camiones lamentables. Ninguno podría pasar la VTV. Los detenidos durante los viajes somos animales”.
Luego, Pérez Gadín reveló que el día que salió un audio por televisión del hijo de cinco años de Roberto Baratta, también en prisión preventiva pero por otra causa, el ex funcionario “lloró durante cuatro horas y no podíamos calmarlo. Por eso hablo de un genocidio familiar”, explicó. Sin eufemismos, el contador apuntó al gobierno de Macri por su situación: “Yo no estoy condenado. Yo no me siento en prisión preventiva, me siento detenido por disposición del Poder Ejecutivo. Y de esto no me cabe ninguna duda” y dijo que no hay motivos legales para mantenerlo preso sin condena al afirmar que su detención “está basada en un razonamiento falso. Dice que si Báez se puede fugar Pérez Gadín también”.
En varias oportunidades Pérez Gadín apuntó al fiscal de juicio, Abel Córdoba, lo que generó momentos de tensión y cruces con el presidente del Tribunal, Néstor Costábel. "Por favor, ¿le dice al Señor Fiscal que no se me ría en la cara?", señaló Pérez Gadin y el juez le respondió: "Le digo, pero no se dirija directamente al Fiscal". Poco después Pérez Gadin le reclamó a los gritos que "¡cuide mi derecho a la defensa!". Costábel aseguró que lo hacía y Pérez Gadin le respondió firme: "Hasta ahora no lo ha cuidado".
Tras unos minutos, el imputado retomó la calma y se refirió al fondo de la acusación. Según dijo, “las tres querellas representantes del Poder Ejecutivo han mentido y los informes de inteligencia de la UIF son falsos y están basados en los dichos de Fariña”. También apuntó a las pericias que, según afirmó, no lograron demostrar que él haya manejado el dinero de Báez. Bajo su punto de vista “nadie puede hacer una pericia si no tiene documentación respaldatoria. Depósitos bancarios, facturas, contratos. No tienen nada. Es absolutamente falso que hayan hecho una pericia. No hay un solo comprobante para verificar lo que está escrito en el peritaje. Es lamentable”, se quejó .
En otro pasaje de su declaración, Pérez Gadín recordó las operaciones que sobrevolaron toda la causa. Se refirió en concreto a las escuchas ilegales al preguntarse “qué tipo de delito permitió que a todo el módulo 6 de Ezeiza se le hayan grabado todas las conversaciones telefónicas” y reparó en los dichos del “arrepentido” Leonardo Fariña al señalar que “no sabe nada de la obra pública” y que “lo prepararon con una lectura de cuatro hojas”.
En otro tramo, el dueño de Oasis S.A. negó enfáticamente ser el contador de Lázaro Báez. “La UIF y el propio fiscal repitieron la versión que fue lanzada por Jorge Lanata", aseguró y dijo que la fiscalía sacó esa conclusión en base a datos sacados de la lista de clientes que figuraban en la página web de su empresa. “El fiscal omitió decir que con ese mismo razonamiento fui el contador de Repsol, de Edenor, del gobierno de Corea y de la Universidad de Buenos Aires. Había más de 120 clientes en mi página web. Pero utilizan lo que les sirve para conformar este relato mentiroso”, indicó. Luego pidió a las querellas que presenten “un documento que demuestre que soy el contador de Báez. Que por dignidad aunque sea las querellas presenten un documento que me acredite como contador. No pido más que eso”. Según él, la fiscalía tampoco comprobó que haya manejado la financiera SGI que se hizo famosa por las imágenes televisivas donde uno de los hijos de Báez aparece contando dinero. “El fiscal lo dijo porque en un video yo tomo wisky y fumo habanos. No importa lo que hayan dicho los empleados de SGI, importa lo que dijo Daniel Santoro, quien hoy está procesado por espionaje ilegal”, expresó Pérez Gadín. Al finalizar su declaración reclamó el apartamiento del fiscal Córdoba y dijo que “el juicio debería suspenderse” por las serias irregularidades que se cometieron. La semana que viene será el turno de la indagatoria de Federerico Elaskar, también sindicado como dueño de SGI y quien adelantó que va a declarar.