“La Asesora General de Incapaces, Mirta Lapad, hizo hincapié en la vigencia del Calendario de Vacunación, que rige de acuerdo a la ley nacional 27.491, y exhortó a los padres a cumplir con este deber, evitando que se requiera la intervención de los asesores para tal fin, lo que resulta un dispendio jurisdiccional innecesario”.
Con ese comunicado, desde la entidad oficial salteña se recordó la vigencia de la obligación parental de cumplir con los calendarios de vacunación de chicas y chicos. El aviso fue motivado por el aumento de casos que tuvieron que terminar en una audiencia en las asesorías para que los responsables de menores de edad concreten la vacunación de niños, niñas y adolescentes (NNyA).
Lapad indicó que desde mayo hasta ahora hubo entre tres y cinco audiencias en total en cada una de las cuatro asesorías a su cargo. Todos los casos fueron primero notificados por los Centros de Salud que relevaron la cantidad de NNyA sin completar el calendario obligatorio de vacunación. La audiencia llega tras un recordatorio que se hace desde los centros de salud sobre la necesidad de vacunar a los NNyA. En la instancia ante las asesorías, se da a los padres más información y se les recuerda que la vacunación obligatoria es un tema de salud pública, no de opción personal.
La actuación articulada entre el Ministerio de Salud y la Asesoría a cargo de Lapad está enmarcada en la ley nacional 27.491, de diciembre de 2018, que tiene el objetivo de controlar las enfermedades prevenibles.
La disposición contrarresta además la actuación de algunos autodenominados “movimientos antivacunas” que se oponen al sistema establecido en materia de salud pública. Tras estos movimientos, que cobraron mayor notoriedad en Europa, resurgió el sarampión como enfermedad primero, y causa de muerte en algunos países después. En el 2000 la enfermedad había sido erradicada.
Durante el presente año en Argentina se confirmaron 61 casos de sarampión, ocurridos en su mayoría en provincia de Buenos Aires y Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Si bien en Salta no se notificó ningún caso, la provincia “no está libre de riesgo”, dijo la responsable del Programa de Inmunización de la provincia, Adriana Jure. El mayor riesgo se produce a raíz del tránsito de personas y la epidemia que se extiende en países limítrofes.
“Tergiversación o desinformación”
Lapad entendió que cuando se trata sobre todo de algunas vacunas “la gente en realidad tiene información tergiversada o desinformación”. Adjudicó esa situación a los contenidos que el movimiento antivacunas mueve en las redes sociales. “No hay otra opción, se tiene que cumplir” con la vacunación obligatoria, insistió la letrada.
En caso de insistir en dejar de lado la vacunación, Lapad advirtió que puede existir una instancia superior: la judicialización. Pero hasta el momento no se tuvo que llegar a ese punto.
Lapad afirmó que en los últimos dos meses se agudizó la cantidad de casos de padres que no vacunan a sus hijos. Pidió conciencia a la sociedad y que se informe en materia de salud. Es que las asesorías deben ocuparse muchas veces de casos de mayor gravedad en lugar de distraer su tiempo brindando información a los padres sobre sus obligaciones.
Salud pública vs decisión individual
Según se pudo conocer, las actuaciones surgieron de algunas versiones. Estas sostenían que en algunas instituciones educativas alternativas de la provincia, había padres que no querían vacunar a sus hijos. Al tomar conocimiento, el ministro de Salud, Roque Mascarello, indicó que se dieron instrucciones a los centros de Salud para que informen sobre los incumplimientos en el calendario obligatorio de vacunación. “El derecho individual está por debajo del derecho colectivo”, dijo.
Jure, por su parte, advirtió que la vacuna que tiene mayor resistencia entre los adultos responsables a cargo de los niños, es la que previene el cáncer de cuello uterino. En este, como en el caso de todas las inmunizaciones obligatorias, la vacunación no es una opción. Pues vacunar a la población implica prevenir la enfermedad que se da por contagio humano. “En el caso de que alguna familia diga que no va a vacunar no puede ser argumento ‘porque no autorizo o porque no quiero’, sino porque existe una causa médica”, explicó. Esta última consideración es en casos de NNyA que no pueden recibir las vacunas por padecer alguna situación médica particular.
La decisión individual también pasa por aquellas inmunizaciones que no tienen que ver con el contagio entre humanos. Un ejemplo es la vacuna antitetánica.