Deudólares y deudólaras, defaulteados sociales, reperfiladas de la patria, maurificados, perjudicataries de la Resignación Universal de Deuda por Bisnieto, advenedizas del séptimo semestre, acreeyentes, lagardeados, vidalizadas, malvacunados con la vacuna anticarriólica, pichetúricos, malinformados inmediáticos, duranbarbosas, encanutadores de verdes defraudades; uvadependientes, y tantes argentines y argentinis más, o menis ¡¡¡ya se van!!!

¡Sipi, yes, oui, da, tak, ken, Ia, ne, io, sim! El Exumo Mauríficie y el mejor equipo contrario de los últimos 50 años están por pasar a la Prehistoria, aunque “si la Historia la escriben los que garcan”, quizás los libros les reserven un capítulo más blanqueado que el que en verdad merecen.

Eso, solamente lo dirá el tiempo, y, como “el tiempo es tirano”, quizás guarde un piadoso manto de olvido sobre los dichos y hechos de un gobierno que, durante cuatro años, suscitó entre sus subdadanos (o sea, nosotros) la duda de si nos estaban dañando a propósito o sin querer, y la certeza de que no importaba demasiado la respuesta, ya que no estaban dispuestos a cambiar el rumbo en ninguno de los dos casos.

Esta es la anteúltima nota de los tiempos macrificiales. La del próximo sábado 7, o sea la última, coincidirá con la sin duda multitudinaria reunión, la “Gorila Rave”, un verdadero Woodstock mesozoico donde aquellos que prometieron convertir el futuro en pasado y convirtieron el presente en imperativo, darán rienda suelta a sus prejuicios.

En forma verbal –esperamos– y civilizada –según el peculiar concepto que tiene esta gente de la civilización, que es “podés matar gente humilde, pero no toques el bombo”– les explicarán a los medios que deseen interrogarlos por qué los argentinos no sabemos votar, votamos mal; por qué somos primarios, biológicos, cuasisimios, y privilegiamos nuestro estómago a sus dólares.

Ellos, en cambio, no dudaron en hacer sacrificios con tal de sostener sus valores éticos de mercado, dioses que podían subir o bajar del Olimpo según los caprichos bursátiles de la ocasión.

Con tal de mantener su libertad, no dudaron en sacrificar la nuestra. Con tal de mantener sus propiedades, no dudaron en propiciar el hambre de millones. Con tal de mantener su imagen, no dudaron en sacrificar su propia capacidad de deseo. Con tal de mantener su fortuna, no dudaron en sacrificar su tiempo.

Y ahora, se van. Permítame lector un renglón de risas:

¡JAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJA!

Gracias.

Se van, aunque hacen todo lo posible por convencernos, y sobre todo convencerse, de que siguen estando allí. ¡Naaa...!

¿Por qué "¡Naaa...!"? Porque seguramente los más poderosos, los que siempre permanecen ocultos porque eso es exactamente lo que los hace poderosos, seguirán teniendo muchas riendas. Pero los perejiles aspiracionales, los “campeones de la cuajada, la leche pasteurizada y el agua mineral” –como escribió Oscar Valles y cantaba Edmundo Rivero ("Te lo digo por tu bien")–, esos y esas, ¡naaa...! Se van.

Claro está que antes de irse van a hacer todo el mal que puedan, “para que nos demos cuenta de que tendríamos que haberlos votado a ellos”. Creo que se llama manipulación, eso mismo. Pero nadie va a acusar al ex Sumo Maurífice de semejante cosa. Y si alguien lo hiciera, sería simplemente una más de las ¿decenas, centenas, miles? de causas por las que deberá responder ante… ante quien corresponda, en cada caso.

Es muy extraño que un gobierno que debe dejar de serlo el 10 de diciembre haya dejado de actuar como tal cuatro meses antes (para ser más precisos, el 11 de agosto a la noche).

Más extraño aún es que ese gobierno, al dejar de funcionar, haya producido las mismas consecuencias que cuando parecía estar a todo vapor: inflación, recesión, incertidumbre, desocupación y deuda, deuda, deuda.

Recordemos aquí mismo algunos de sus hits:

· Un ministro de Medio Ambiente que va a un incendio forestal “a dar aliento", luego se disfraza de árbol y nadie se da cuenta de la diferencia

· Un asesor de Salud que explica por qué los “preservativos de porcelana” no sirven

· Un ministro de Educación que propone ser “dronedarios” o “cerveceros artesanales” mientras elogia la incertidumbre como valor, al tiempo que la niega como práctica (si te garcan siempre, no hay incertidumbre)

· Una ministra de Seguridad que ve conspiraciones internacionales en su copa vacía

· Un ministro de Economía que no puede distinguir una mansión de un baldío, y endeuda a nuestros bisnietos

· Un ministro de Cultura que…, que..., ¿qué?

· Una vicepresidenta a la que su compañero de fórmula usa de mesita de luz y le tira el micrófono encima, y que tiene un francés de trebón nivel

· Un ministro de Comunicaciones que acaba de descubrir que se pueden enviar archivos por Internet

Y podríamos seguir, cuatro años. Pero no, NO hace falta.

Invitamos a nuestro lector/a a compartir el video “Cuatro años negativos”, versión encumbiada del grupo “Arritmia Tropical” de un clásico tango gardeliano, realizada por RS Positivo como parte de los festejos que, sin duda, nos merecemos, después de este “cuatrienio en que vivimos en peligro”.

Hasta la que viene, que ya viene. 

@humoristarudy