La disputa por la cima de la tabla de posiciones estuvo rodeada por un clima que nada tenía que ver con el juego. Las elecciones presidenciales que se realizarán en Boca dentro de una semana dominaron la escena, y todo giró alrededor del futuro que tomará la institución desde el 9 de diciembre.
La presencia del ídolo Juan Román Riquelme fue el factor determinante, y lo que terminó marcando el termómetro de la situación. La figura del ex jugador fue similar a la de un político en campaña. Cuando apareció por la zona donde estacionan los micros de los planteles, se detuvo ante cada requerimiento de fotografías. Lo más sorpresivo en ese instante fue la aparición de papelitos, que representaban un dólar falso con el rostro de Riquelme.
La cara de fastidio de Riquelme por esa situación fue inmediata. Cuando pudo superar a la gran cantidad de hinchas, Riquelme se ubicó en uno de los palcos justo arriba del reloj del estadio, y en el lugar exacto de la palabra “único”, donde se completa la frase “El único grande”.
El que observaba todo lo que ocurría, en el sector opuesto al ex futbolista, era el presidente Daniel Angelici, quien estaba acompañado por los candidatos oficialistas. Y ambos tuvieron su coro bien diferente. El postulante a vocal en la lista de Jorge Ameal fue recibido con el clásico “Riquel..., Riquel...”, mientras que para el máximo responsable se escuchó: “Angelici botón, Angelici botón, son un hijo de p..., la p... madre que te parió”.
El gol de Abila cerca de los 30 minutos de primer tiempo fue lo que logró aquietar la tensión que se vivía afuera.
Las luces de última generación que estrenaba la Bombonera, sirvieron para iluminar una disputa que tenía sus propios protagonistas. El equipo no transmitía demasiado, y algunas apariciones de Alexis Mac Allister era lo más destacado, y el resto se mantenía en la medianía. Incluso, el propio Mac Allister estuvo muy cerca de aumentar la ventaja, pero su remate se fue alto.
El asombro fue a los ocho minutos del segundo tiempo, cuando Santiago Silva empató el encuentro con un toque suave por arriba del arquero, luego de una excelente habitación de Batallini. Argentinos, hasta ese momento, no había inquietado al conjunto local.
El otro que también recibió insultos, aunque más tibios, fue Reynoso. El volante no terminó bien muchas acciones, y el público se lo hizo saber. El elegido para reemplazarlo fue Villa, con la intención de desbordar por los costados.
Boca se desordenó después del gol de Argentinos, y el dominio empezó a ser más repartido. Para colmo, la sorpresa fue mayor cuando el técnico Alfaro determinó la salida de Alexis Mac Allister, quien era el único que podía ofrecer algo distinto.
El público se fue apagando de la misma manera que el fútbol de Boca, y el fastidio se fue adueñando de la mayoría. Los plateistas se retiraban antes del final, mientras despotricaban contra la Comisión Directiva. El gran partido de fin de año se jugará dentro de una semana en las urnas.
SÍNTESIS:
BOCA 1: Andrada; Buffarini, L. López, Izquierdoz, Fabra; Capaldo, Marcone; Salvio, A. Mac Allister, Reynoso; Ábila. DT: Gustavo Alfaro.
ARGENTINOS 1: Chaves; Sandoval, Torrén, Angeleri, E. Gómez; Colman, Vera, F. Mac Allister; Batallini, Silva, Hauche. DT: Diego Dabove.
Estadio: Boca.
Árbitro: Andrés Merlos.
Goles: 30m Ábila (B); 54m Silva (A).
Cambios: 58m Centurión por Angeleri (A); 60m Villa por Reynoso (B); 76m Romero por Colman (A), Zárate por A. Mac Allister (B) y Hurtado por Ábila (B); 77m Moyano por F. Mac Allister (A).
Incidencias: 90m expulsado Villa (B).