El 1º de diciembre es el Día Mundial de Lucha contra el Sida, y también el día en que vuelve a perder estado parlamentario la nueva ley nacional de sida e infecciones de transmisión sexual (ITS), que adecuaría a las condiciones actuales la ley sancionada en 1990. Organizaciones civiles y activistas denunciaron que el bloque oficialista se negó a tratar el proyecto. "La ley tiene casi treinta años. No hay más tiempo", explicaron la urgencia.
El Frente Nacional por la Salud de las Personas con VIH realizó un banderazo en la puerta del Congreso para denunciar la desidia de quienes lo dejaron caer y la gravedad del daño que produjo el gobierno de Mauricio Macri en la salud pública y la Fundación Grupo Estado Positivo (GEP) difundió un comunicado luego del fracaso del intento de aggiornar la ley.
"Tras cuatro años de importantes esfuerzos por la sanción de una nueva Ley de VIH, Hepatitis virales e ITS, el proyecto volverá a perder estado parlamentario. A pesar de que el proyecto de ley fue presentado en dos oportunidades consecutivas y que logró el dictamen favorable de la Comisión de Salud, este año vuelve a perder estado parlamentario por la voluntad política de los presidentes de las comisiones que debían tratarla", comienza el texto, y les adjudica una responsabilidad especial a Daniel Lipovetzky y Luciano Laspina. También destaca la necesidad de "legislar sobre aspectos sociales, laborales y de derechos humanos más allá de la perspectiva biomédica de la Ley 23.798".
PáginaI12 habló con José María Di Bello, presidente de GEP. "El jueves 28 se presentó el Boletín sobre el VIH, sida e ITS. Por primera desde que se presenta el boletín, no nos avisaron a las organizaciones, sólo a Huésped, cuando todos los años vamos a estas presentaciones. Históricamente, hemos trabajado juntos las organizaciones y los equipos técnicos de Salud", contó Di Bello.
--¿Y entonces?
--Fuimos igual. El año pasado, después de que la susecretaria de Salud, Miriam Burgos, presentara el informe con todas las cifras, no nos permitieron hacer preguntas. Entonces este año pedimos la palabra antes de su exposición, para que no pudieran irse.
--¿Qué le plantearon?
--Le mostramos un rápido panorama de lo que habían sido estos últimos cuatro años en materia de sida e ITS. Le hablamos de la falta de medicación, de los cambios compulsivos de los esquemas porque cambiaban de antirretrovirales (a veces se conseguía uno y a veces otro), de la falta de reactivos, de preservativos, de políticas de prevención...
--Un paneo por todos los problemas...
--Sí. Burgos terminó admitiendo que todo eso había pasado, pero con eso sólo no alcanza. Le explicamos que no era una crítica hacia ella en lo personal sino a su gestión. Hemos retrocedido muchísimo en estos cuatro años. Y ellos mismos lo demuestran. Tenemos una tasa de 126 casos de sífiles cada 100.000 habitantes, cuando deberían ser sólo 10. Y aumentaron una barbaridad los casos de sífilis neonatal. La sífilis se contagua por las mismas vías que el VIH.
--¿Cuáles son los principales reproches a la gestión de Cambiemos en este aspecto?
--Con decir que degradaron Salud a secretaría ya tenemos en claro la importancia que le dan. Los presupuestos son tan bajos, que el 90 por ciento se gasta en tratamientos. La última campaña de alcance nacional que se hizo es del 2008 ("Sin triki triki no hay bam, bam"). No compraron ni distribuyeron preservativos. No hay una seria implementación de la ESI, entonces no se hace prevención entre los más jóvenes. No planificaban nada, entonces hacían compras directas, sin licitación, y pagaban los medicamentos tres veces más... Destinaban poquísimos recursos y los usaban mal.