Las personas que registren nuevos servicios de telefonía móvil en China deberán someterse a un escaneo obligatorio de rostro para confirmar su identidad, establece una nueva regulación cuyo objetivo gubernamental es combatir el fraude, informaron este lunes medios de la prensa internacional.
La norma, que comenzó a regir el domingo, requiere que las empresas de telecomunicaciones apliquen "inteligencia artificial y otros métodos técnicos" para verificar la identidas de las personas que registran las tarjetas SIM, detalló el diario inglés The Guardian. Si bien había dudas sobre qué compañías proporcionarán estos servicios de inteligencia artificial a las telcos, China es sede de algunos líderes mundiales en software de reconocimiento facial, como Megvii y SenseTime.
Hasta ahora, los usuarios de teléfonos móviles en ese país ya debían presentar sus pasaportes o documentos de identidad para registrar las tarjetas SIM, y varias proveedoras de telecomunicaciones comenzaron a escanear las caras de los clientes desde el año pasado, aunque no de forma obligatoria.
Con la implementación de esta medida, los datos biométricos de millones de ciudadanos del gigante asiático engrosarán las bases de datos de los sistemas de reconocimiento facial, que ya se usan en ámbitos variados como supermercados, subterráneos y aeropuertos. El diario estadounidense recordó este lunes que el gigante chino del comercio electrónico Alibaba ofrece a sus clientes la opción de pagar con sus rostros en su cadena de supermercados Hema. Los sistemas de subterráneos de algunas de las principales ciudades chinas también se preparan para adoptar sistemas de pagos con este tecnología, y el diario oficial China Daily adelantó que Beijing usará reconocimiento facial para "clasificar a los pasajeros" y administrar "diferentes medidas de control de seguridad". Además, se usa para tomar asistencia en escuelas, para acceder a conciertos e incluso en las entradas de comunidades de viviendas de alquiler público, según informó en julio pasado la agencia de noticias Xinhua. Sin embargo, en septiembre, el gobierno dijo que planeaba "frenar y regular" el uso de la tecnología de reconocimiento facial en las escuelas después de que surgieran informes de que una universidad estaba intentando usarla para monitorear la asistencia y el comportamiento de los estudiantes.
Las autoridades afirmaron que la flamante norma protegerá a los ciudadanos de estafas telefónicas y servirá también para regular la reventa de tarjetas SIM. Sin embargo, la expansión del uso del reconocimiento facial comienza a generar, en algunos sectores, preocupaciones sobre la seguridad de los datos personales y sobre el consentimiento a la hora de entregar esa información.
El reconocimiento facial juega un papel clave en el sistema de vigilancia y ha sido elogiado como una forma de atrapar fugitivos. El año pasado, según destacaron varios medios, la policía pudo identificar a un fugitivo en medio de una multitud de 60.000 personas durante un concierto gracias a la tecnología.
Pero en la región occidental de Xinjiang, donde hasta un millón de musulmanes uigures y otras minorías étnicas han sido detenidos para lo que las autoridades llaman "reeducación", las cámaras de vigilancia utilizan el reconocimiento facial para rastrear específicamente a los uigures, según su apariencia, según publicó el diario The New York Times a principios de este año.
Mientras, el reconocimiento facial se está convirtiendo cada vez más en parte de la vida cotidiana y las transacciones comerciales en China. Se usa cada vez más, por ejemplo, para pagar en tiendas y supermercados.
Sin embargo, a principios de este año, un profesor universitario demandó a un parque por obligar a sus visitantes a pasar por el reconocimiento facial, lo que provocó un debate más amplio sobre la recopilación masiva de datos del Estado sobre sus ciudadanos.