Desde Madrid
“Solo un puñado de fanáticos niega la evidencia del cambio climático”, dijo el presidente en funciones del Gobierno español, Pedro Sánchez, al inaugurar la Cumbre del Clima COP 25 en Madrid, de la que se espera un consenso mundial para enfrentar de forma decidida la emergencia climática.
El problema es quiénes integran ese puñado de fanáticos. Aunque Sánchez no quiso precisarlo, en los pasillos de la Cumbre se apuntaba, sobre todo, al presidente de Estados Unidos, Donald Trump, que ha planteado la salida de su país del Acuerdo Climático de París. Otro que lo secunda y no aparecerá en Madrid estos días, es el presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, en cuya nación se encuentra uno de los llamados pulmones del planeta.
La primera jornada de la COP 25 ha dejado en evidencia ese pulso entre los países que abogan por recortar la emisión de gases de efecto invernadero más decididamente, y los que niegan la emergencia climática, o no están dispuestos a ofrecer soluciones que puedan afectar sus intereses nacionales.
La líder de los demócratas en el Congreso de Estados Unidos, Nancy Pelosi, se presentó en la COP 25 junto a otros legisladores norteamericanos y, en su discurso en la inauguración de la cumbre, afirmó que Estados Unidos aún está dentro del Acuerdo de París (la salida efectiva sería en 2020), y que su presencia era un claro mensaje del compromiso del parlamento de su país con la emergencia climática.
Sin embargo, la posición de la congresista demócrata es intrascendente ante el pulso constante de la administración Trump respecto al cambio climático. Un ejemplo claro son las declaraciones del jefe de la diplomacia del país, Mike Pompeo, que destacó las potencialidades comerciales que abre el deshielo del ártico debido a los recursos de hidrocarburos que aún no se han descubierto allí.
Estados Unidos es uno de los principales negacionistas del cambio climático, pero no es el único responsable en el lastre que sufre la lucha contra el calentamiento global. China, la India y Rusia, como principales emisores de gases de efecto invernadero no han presentado planes concretos y ambiciosos para abordar la emergencia climática.
El secretario general de Naciones Unidas, António Guterres, lo dejó en evidencia durante su intervención en la COP. “La lucha contra el cambio climático necesita del esfuerzo de todos los países, y de los que más generan emisiones, que son los que menos están haciendo”, afirmó el portugués.
Ante este panorama, el presidente en funciones del Gobierno español ha propuesto que la Unión Europea marque el camino en esta acción global. “En un tiempo marcado por el silencio de algunos, Europa tiene mucho que decir en esta batalla. Lideremos con el ejemplo”, ha dicho Pedro Sánchez después de destacar la presencia de la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, que días atrás se comprometió a presentar un New Green Deal en los próximos 100 días.
En línea con la transición ecológica y la descarbonización de la economía europea que persigue la Unión Europea, el secretario general de la ONU ha remarcado que esa “transición” debe ser justa, y no dejar atrás a los sectores sociales que sufran con ese cambio de sistema de producción de energías. “La economía verde es más rentable que la del pasado, pero habrá áreas que van a sufrir, por eso estamos a favor de una transición justa", ha dicho.
La Cumbre recién comienza, y los principales implicados en que finalice con un consenso internacional para reducir la emisión de gases de efecto invernadero prometen negociaciones difíciles. A pesar de ello, son optimistas. Quizás porque recuerden que la Cumbre de París empezó con muchas dudas, y terminó sentando las bases del primer acuerdo internacional por el clima del siglo XXI.
El balance de Macri
El presidente Macri visitó la Cumbre de Madrid en su despedida internacional de la Casa Rosada. “He venido a exponer lo que ha hecho el Gobierno en estos cuatro años”, ha dicho el mandatario saliente a pocas horas de que se inaugurara la COP.
Entre las medidas que destacó de su gestión en medio ambiente, Macri mencionó el impulso a las energías renovables, que en 2015 (excluyendo la hidroelectricidad) representaban menos del 1% de la generación de electricidad nacional, y que, este año, alcanzó el 8%.
Sin embargo, no mencionó cuánto de esa política ha supuesto desarrollo de la industrial local y no solo importación de equipos, en un contexto en el que muchos líderes progresistas apuntan que la transición ecológica debe ser una oportunidad de desarrollo y trabajo para las comunidades locales. Eso, al margen de las denuncias que realizó el diario Perfil sobre las ganancias que obtuvo una empresa de la familia Macri en la compra venta de parques eólicos.