Dos tercios de la población rosarina perciben que el envío de fuerzas federales a la ciudad no mejoró la seguridad pública en las calles de la ciudad, y sólo la tercera parte considera que ocurren menos delitos desde que a fines de setiembre llegaron 1.357 gendarmes (y 1500 más al resto de la provincia), como fruto del acuerdo entre el gobierno de Santa Fe y el Ministerio de Seguridad de la Nación del gobierno de Cambiemos.
La proporción es el resultado de una encuesta de 400 casos realizada por el Centro de Mediciones sobre Opinión Pública (Cemop), entre el 31 de octubre y el 5 de noviembre pasado.
"Del trabajo realizado surgió que el 65 por ciento de los rosarinos no notó ningún cambio positivo en su barrio, contra un 35 por ciento que sí los notó", indicó Julián Crucella, coordinador del sondeo que se desplegó sobre los cuatro puntos cardinales del damero rosarino y su centro, de acuerdo con las densidades de población de cada barrio.
"Las respuestas de la gente cambian un poco, según el barrio de donde procedan. Así pudimos observar que en las zonas sur y sudoeste la percepción de la presencia de gendarmes es mayor al 35 por ciento, mientras que en zona oeste y Fisherton es menor. Algunos se sienten invadidos, molestos, y otros están conformes", apuntó el encuestador.
A diferencia del impacto público que dejó el primer arribo de agentes federales en abril de 2014, esta vez la sensación en la ciudadanía parece haber menguado y la demanda generalizada de gendarmes hasta quedó en un segundo plano. En este relevamiento del Cemop se reflejó que la percepción positiva sobre el efecto de federales en la vía pública araña el 35 por ciento. Los dos tercios restantes respondieron la encuesta con actitud indiferente.
Y de ese 65 por ciento de desencantados, la mayor proporción se encuentra en los barrios más alejados del noroeste, donde sólo el 16,3% considera que la presencia de federales ha servido para prevenir y desalentar el delito. Por lo demás, donde mayor cuota de optimistas se aprecia es en la franja delimitada por Pellegrini, Avellaneda, Uriburu, San Martín y el río: el 47,6 por ciento cree que la seguridad pública mejoró desde entonces. En el resto de la ciudad, tanto hacia el norte, el centro, el oeste y el sudoeste, el 33,7 por ciento en promedio considera que la situación ha mejorado.