El municipio de Rosario de Lerma se encuentra convulsionado desde el pasado fin de semana debido a la no renovación de al menos 45 contratos, de los cuales, según denunció la actual intendenta a cargo, Sara Gerez, 25 son personas que nunca fueron a trabajar.
Gerez es la presidenta del Concejo Deliberante y asumió de manera interina el mandato de la comuna el 22 de noviembre, un día después de que el intendente Ignacio Jarsún presentara su renuncia para asumir como diputado provincial.
La intendenta interina tiene mandato hasta el 10 de diciembre y es la encargada de llevar la transición junto al jefe comunal electo, Enrique Martínez.
Según Gerez, el mismo día que asumió “se tenían que notificar las próximas bajas y no renovación de contratos del intendente Jarsún, que vencían el 30 de noviembre”, y agregó que por su decisión se renovaron hasta el 31 de diciembre el 80% (unos 100 trabajadores) de esos contratos para que sean evaluados por el próximo mandatario.
En total, no se renovaron 45 contratos, de los cuales “la mitad eran personas que, por razones que desconozco, nunca fueron a trabajar o no se sabe qué función cumplían”, sostuvo la funcionaria en conversación con Salta/12.
Gerez informó que hasta ahora hay 25 personas que estarían en esas condiciones, mientras que “los restantes contratos no se renovaron porque esos cargos serán ocupados por personal que ya va a designar el próximo intendente”, aseguró.
"Solo aparecen para cobrar"
Para Vilma Contreras, integrante del consejo directivo de la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE) y miembra de la comisión provincial por esa zona, el panorama que deja el intendente saliente es aún peor.
“Acá hay personas que trabajan en el hospital o en alguna radio y que tienen una adscripción al municipio. Es gente que nosotros llamamos ñoquis porque sólo aparecen para cobrar. De esa no se les renovó el contrato a 25, pero son muchos más”, manifestó la representante gremial.
Contreras agregó que esta decisión “se debería haber tomado hace rato, porque son personas que tienen altos sueldos y a raíz de eso también se perjudica a los trabajadores que no conseguían aumentos por falta de presupuesto y tenían que trabajar por 3.000 o 4.000 pesos. O que nos quitaron el presentismo y hasta ahora no se ha reincorporado ese importe”.
La referenta de ATE indicó que “a todo esto se debe sumar el pase a planta permanente descabellado que ha hecho Jarsún antes de renunciar, lo que no deja de ser un problema para el actual intendente por la superpoblación de trabajadores en la Municipalidad”.
Contreras denunció que 130 trabajadores se sumaron a las filas municipales por decisión de Jarsún la semana anterior a su renuncia, “todas estas personas ya tiene la resolución en sus manos y el intendente lo hizo sabiendo que deja un municipio que se declaró en emergencia económica”.
A su vez aseguró que con el intendente saliente no había diálogo, “nunca bajó a conversar con los gremios”, dijo.
Según Contreras, en el municipio de Rosario de Lerma hay alrededor de 600 empleados municipales, de los cuales al menos 200 están cobrando sin asistir al trabajo, “algunos recién ahora se volvieron a reincorporar”, aseguró.
“Hasta aquí la nueva gestión se demuestra más abierta al diálogo, esperamos como gremio que se genere trabajo genuino y se apoye la producción y las PyMEs, algo que no sucedió con el intendente anterior”, concluyó.
Salta/12 intentó en varias oportunidades comunicarse con el ex intendente y actual vicepresidente primero de la Cámara de Diputados, Ignacio Jarsún, pero no fue posible la comunicación para escuchar su versión de los hechos.