El año 2019 cierra una década excepcional marcada por las altas temperaturas, el deshielo y la subida de los niveles del mar a unos niveles de récord. Así lo anunció este martes la Organización Meteorológica Mundial en la Cumbre del Clima de Madrid, que ha presentado su informe anual Estado del Clima Mundial. 

De hecho, según las estimaciones ofrecidas, este año podría ser "el segundo o tercer" más cálido de los registros, con un promedio global de temperaturas de 1,1ºC por encima del periodo preindustrial. Unas subidas de temperaturas que coinciden con una mayor concentración de partículas de dióxido de carbono en la atmósfera, alcanzando las 407,8 partes por millón en 2018 y aumentando en el siguiente año.

Por lo que se refiere a los océanos, el deshielo de los casquetes se ha acelerado, tal y como han detallado los expertos de la Organización Mundial de Meteorología, por lo que el nivel del mar ha incrementado notablemente desde 1993. Además, el océano ha actuado como una suerte de amortiguador de la contaminación, ya que absorbe buena parte del calor y del dióxido de carbono que el ser humano emite. Esta situación ha provocado que la temperatura del mar suba y, además, se haya vuelto un 26% más ácida respecto a los niveles preindustriales, lo cual termina afectando de manera negativa en la biodiversidad acuática. 

Así pues, septiembre de 2019 tuvo el segundo registro más bajo de las mediciones por satélite de la extensión de hielo marino. "Si no tomamos medidas climáticas urgentes ahora, nos dirigimos a un aumento de la temperatura de más de 3°C para finales de siglo, con impactos cada vez más perjudiciales para el bienestar humano", dijo el secretario general de la OMM, Petteri Taalas, que además advirtió de que "no estamos cerca de alcanzar el objetivo del Acuerdo de París".

Además, el informe de la OMM pone el foco en los fenómenos meteorológicos extremos, que evidencian la crisis climática con cada vez más frecuencia. Ese es el caso de las inundaciones y las olas de calor, que en el pasado sucedían cada cien años aproximadamente y en la actualidad se repiten varias veces al año. Buen ejemplo de ello son los países de se localizan en el Pacífico, desde Bahamas hasta Japón, en tanto que en el últimos años sufrieron los efectos devastadores de la crisis climática.

“Uno de los principales impactos del cambio climático son los patrones de lluvia más erráticos. Esto representa una amenaza para el rendimiento de los cultivos y, combinado con el aumento de la población, significará desafíos considerables para la seguridad alimentaria de los países vulnerables en el futuro ", añadió Salas.

Las olas de calor, que también se han convertido en hechos que se suceden con frecuencia, tiene efectos negativos en la salud humana. Tanto, que en 2018 se contabilizaron cerca de 220 millones de casos de personas vulnerables y mayores de 65 que tuvieron problemas por exponerse a este fenómeno meteorológico extremo.


Además, el cambio climático generado por el ser humano se ha convertido en un impulsor del hambre en el mundo que ha dejado a cerca de 820 millones de personas en situación de vulnerabilidad por no tener suficientes alimentos. Además, en el último año se registraron, según la OMM, 10 millones de nuevos desplazamientos por el clima, 7 millones de ellos provocados por fenómenos peligrosos como huracanes o inundaciones.

De Público, especial para Página/12