A siete días de dejar su cargo, el ministro de Defensa, Oscar Aguad, sigue haciendo cambios en las Fuerzas Armadas. Además de impulsar un cambio en el organigrama de las distintas fuerzas, que va de la mano con la idea de darles un rol en la seguridad interior, en el combate de los ciberdelitos, narcotráfico y del terrorismo, Aguad deja algunos nombramientos. Por ejemplo, cambió al civil a cargo del la obra social de los militares (IOSFA) por un general retirado. Se trata del general Juan Carlos Adjigogovic, quien fue pasado a retiro por Agustín Rossi luego de que bajo su mirada se fugaran del Hospital Militar Central dos represores: Gustavo Ramón De Marchi y Jorge Antonio Olivera. En el entorno de Rossi advirtieron que darán marcha atrás con los cambios que planteó en su salida Aguad.
Aguad fue uno de los primeros en quejarse porque no ocurría la transición en la forma en la que él lo hubiera imaginado. No obstante, mientras pasan los últimos días para que abandone el cargo, el ministro de Defensa avanzó con un cambio de las estructuras funcionales de las Fuerzas Armadas. Según deslizaron en el portal Infobae, hay un nuevo organigrama ya aprobado y que va en consonancia con los cambios que hicieron en el objetivo de las Fuerzas Armadas, desde la derogación de un decreto de Nilda Garré que limitaba su accionar al ataque de una agresión externa de otro Estado. La redacción macrista buscó volver más difuso ese límite, en sintonía con la doctrina de Estados Unidos de las "amenazas asimétricas": terroristas, narcotráfico, entre otros.
El organigrama que fue filtrado a la prensa muestra que la inteligencia militar pasa depender de los subjefes de cada fuerza, lo mismo que el manejo de material, de Adiestramiento y Alistamiento, entre otras áreas. Al equipo de Rossi, que asumirá en siete días, le pareció poco lógico que -con estos cambios- el subjefe termine teniendo más poder que el jefe de la fuerza.
Los cambios incluyen que el jefe del Estado Mayor controle la Inspección General, la Secretaría General y el resto de las áreas administrativas. Además, en línea con la doctrina que mantuvo el macrismo, cada fuerza pasa a tener un organismo dedicado a la ciberdefensa. Hasta ahora, eso existía solo en la órbita del Estado Mayor Conjunto.
Los cambios se suman a una serie de nombramientos e intentos de último momento del Gobierno macrista como el decreto que dispuso que los directores generales tuvieran cinco años de estabilidad. O las designaciones a las apuradas de embajadores. En el caso de Defensa, las acciones tendrán una rápida marcha atrás cuando asuma Agustín Rossi como ministro. A lo sumo servirán para general algújn malestar entre los uniformados.
Tampoco se explicaban en el entorno del futuro ministro los nombramientos de militares donde siempre hubo civiles, como en los Instituto de Ayuda Financiera (IAF) -desde donde se manejan 30 mil millones de pesos- y el IOSFA. En el caso de la obra social de los militares, el 20 de noviembre sacaron al asesor en salud de Aguad, Pedro Barrios, y pusieron al general retirado Juan Carlos Adjigogovic. Se trata de un médico neurólogo que fue director de la Clínica Virreyes, que -a su vez- es prestadora del IOSFA. La obra social lleva administrados desde que se creó en 2013 unos 60 mil millones de pesos y era una caja que reclamaba los militares, algo a lo que cedió Aguad tardíamente. Tiene actualmente 638 mil afiliados.
Su nuevo director -por lo menos por 7 días más- Adjigogovic está retirado porque se fugaron frente a sus narices los represores De Marchi y Olivera, luego recapturados. En ese momento, él era el director del Hospital Militar, y fue separado junto a otros siete altos mandos. ¿Quién fue el que pasó a retiro al general luego recuperado por Aguad? Agustín Rossi, el ministro que vuelve.