La Cámara de Diputados consagró a Sergio Massa como presidente del cuerpo legislativo tras la jura de los 130 diputados electos el 27 de octubre, que renuevan la mitad de la Cámara. Aunque los nuevos legisladores recién entrarán en funciones el diez de diciembre junto al nuevo Gobierno, el cambio de bancas en el recinto mostró los nuevos vientos que comienzan a soplar en el Congreso.
Los diputados del Frente de Todos pasaron a ocupar el ala izquierda del hemiciclo del recinto de la Cámara baja, el lugar designado para el oficialismo. Desde una de ellas, Máximo Kirchner propuso a Massa como presidente de la Cámara de Diputados. La propuesta fue respaldada por unanimidad, igual que la del sanjuanino José Luis Gioja como vicepresidente segundo, mientras que las vicepresidencias primera y tercera serán ocupadas por Alvaro González (PRO) y Alfredo Cornejo (UCR) por Juntos por el Cambio. “En la pelea y la división, la Argentina no tiene destino como país y necesitamos la fuerza, el coraje, pero sobre todas las cosas el talento de cada argentino para poder sacar adelante nuestra patria”, sostuvo Massa ya desde el estrado de la presidencia y luego de agradecer a todos los bloques que lo respaldaron.
“Es alguien al que conozco desde hace mucho tiempo, unos 15 años, he compartido con él muchos momentos, momentos políticos y también momentos más íntimos que se daban por aquellos años”, dijo el flamante titular del bloque FdT sobre Massa. Pero también recordó que “las prácticas y disputas políticas nos hicieron recorrer diferentes caminos, momentos tensos, que de una manera u otra derivaron en la llegada de un plan económico que trajo a la Argentina nada de lo que había sido prometido en campaña y sí mucha desesperanza y desilusión”.
“Nos volvimos a encontrar acá y volvimos a conversar”, dijo Máximo. Luego, aclaró que en las sesiones tuvieron muchas veces “posiciones diferentes, pero nunca perdimos la capacidad de diálogo”. “Fue parte del aprendizaje”, agregó. Luego, el diputado sostuvo que en nombre de la bancada que reúne e legisladores de todas las provincias, los movimientos sociales, el movimiento obrero organizado, la pymes, cooperativas y las mujeres en lucha”, como “parte de una arquitectura electoral trabajada, discutida, debatida, ardua muchas veces, proponemos a Sergio Tomás Massa para esa responsabilidad institucional”.
La votación fue acompañada por unanimidad el resto de los bloques. La excepción fue el FIT, que se abstuvo en la votación “no por cuestiones personales sino por la postura política” ante el cuestionada estructura parlamentaria dominada por los partidos mayoritarios.
Ya desde la presidencia, Massa propuso trabajar "por la consolidación de esta institución, la que más fehacientemente representa al pueblo argentino” y “construir políticas públicas de Estado”. También se refirió a los cambios políticos en el país: “la sucesión democrática siempre abre esperanza a los sueños de millones de argentinos que la están pasando mal. La mejor tarea que podemos hacer es que ellos puedan estar un poquito mejor”.
También hubo lugar para la autocrítica. “Los proyectos personales no pueden estar por encima de los generales. Los argentinos eligieron Alberto y a Cristina. Superamos la frustración asumiendo compromisos”, dijo Massa y abogó por “el éxito del nuevo Gobierno, no de Alberto y de Cristina, para que nos vaya bien a todos los argentinos”. También recordó, como lo había hecho Máximo Kirchner, la agresión que hace unos años sufrió Axel Kicillof a bordo de un buquebus para mencionar lo vertiginoso de la política: “Lo que le pasó a Axel. Nos pasó a muchos. Hay que marcar un límite, nuestras familias, amigos, nuestra honra no puede estar tirada a los perros en una discusión”.
Los casilleros de la conducción de se completaron entre las dos fuerzas que polarizan la Cámara. El presidente del bloque PRO, Cristian Ritotondo, propuso al macrista González para la vicepresidencia primera. Ritondo (aún a cargo de la seguridad bonaerense) tomó otra vez la palabra, fuera de todo protocolo: fue para afirmar que el desalojo de los trabajadores de Kimberly Clark fue “una orden judicial”. Los diputados del FIT habían denunciado la represión y el desalojo “ilegal” por la policía de la gobernadora María Eugenia Vidal.
Mario Negri propuso a Cornejo, su contendiente dentro del bloque de la radical y presidente del Comité Nacional de la UCR, como vice tercero. La vicepresidencia segunda quedó en manos de Gioja, el presidente del PJ Nacional. Graciela Camaño (CF), recriminó a las bancadas mayoritarias no hayan respetado la “paridad” de género en la selección de autoridades, aunque cuando se discutió la ley la diputada no adhirió al proyecto porque no lo compartía.
Las juras de nuevos diputados --con familiares colmando las gradas de las tres galerías del recinto que había clausurado Cambiemos-- acomodaron el tablero de los bloques. El FdT tiene un bancada única con 120 diputados, luego que la neuquina Alma Sapag decidió mantener un monobloque como aliada del nuevo oficialismo.
El Interbloque de Juntos por el Cambio cuenta con 116 propios luego de tres deserciones de partidos provinciales aliados (La tucumana Beatriz Ávila, el bonaerense Pablo Ansaloni y el santacruceño Antonio Carambia), cuyas bancas hasta Mauricio Macri salió a reclamar muy enojado a través de su cuenta de tuitter con el hashtag #Quedevuelvansus bancas.
El Interbloque Federal entre lavagnistas y el pejotismo cordobesista, se anotó con diez bancas; mientras que el incipiente interbloque Federal para el Desarrollo tendrá ocho, con una postura “anti grieta” pero con más amigable con el oficialismo; y el FIT con 2.