La vida del mariscal de campo Colin Kaepernick, el jugador que promovió una campaña contra la violencia racial de la policía estadounidense y hasta desafió al presidente Donald Trump , sigue sumando capítulos increíbles: este jueves se conoció que uno de los jugadores que lo ayudó en el entrenamiento público que hizo el mes pasado para volver a la NFL consiguió firmar con un equipo, mientras que el ex quarterback de los 49ers sigue proscripto por la liga de fútbol americano.
Jordan Veasy, uno de los receptores que participó de la sesión del 16 de noviembre en Atanta en la que Kaepernick buscaba seducir a los dueños de las franquicias de la NFL para que lo contrataran, firmó un vínculo con los Washington Redskins, equipo que ganó tres veces el Superbowl.
En declaraciones al diario "The Washington Post", Veasy reconoció que haber participado de esa movida junto a Kaepernick le sirvió para conseguir esta nueva oportunidad con los Redskins. "Eso ayudó", admitió el jugador de 24 años. "Esa era una de las razones por las que quería ser parte de ese 'workout'. Sabía que siendo parte de esa historia, eso podía ayudarme".
Si bien todavía no debutó en un partido de la NFL, Veasy ya tuvo prácticas en la NFL con los Tennessee Titans, los Indianapolis Colts, los Jacksonville Jaguars y, más recientemente, con los Buffalo Bills hasta que fue dejado en libertad en octubre. Y después de la práctica con Kaepernick, también había participado de un entrenamiento con los Cleveland Browns.
La realidad de Veasy contrasta con la de Kaepernick, que no juega un partido de la NFL desde 2016, después de protagonizar una peculiar forma de protesta frente a una escalada de violencia policial contra jóvenes negros. Antes de los juegos, el "quarterback" resolvió escuchar el himno estadounidense hincado sobre su rodilla, imagen que luego repitieron muchos colegas, e incluso estrellas de otros deportes. Tras la polémica generada, de la que incluso participó Trump, Kaepernick rescindió su vínculo con los 49ers y, desde entonces, está sin equipo.
Después de meses de reclamo y una demanda en tribunales acusando a los dueños de los equipos de haberse confabulado para no contratarlo, el jugador de 32 años fue invitado por la NFL para una sesión de entrenamientos en la que iban a estar representates de todas las franquicias y que se suponía que podía ser su trampolín para volver a las canchas. Sin embargo, como la Liga no permitía que se televisara la practica ni que accedieran los periodistas, Kaepernick cambió la sede a último momento, convencido de que se trató de un movimiento de la NFL para limpiar su imagen y no una prueba real para que mostrara sus cualidades para volver a ser contratado.
De ese entrenamiento, que siguieron ocho equipos, entre ellos Washington, participó Veasy, que ahora tendrá una nueva oportunidad en la NFL. Mientras que Kap, el impulsor de ese movimiento, sigue sin tener equipos interesados, por más que en esa prueba mostró que su brazo derecho se mantiene intacto.