A una semana del fin de mandato de Cambiemos, Vicentín S.A.I.C., una de las cerealeras más importantes del país y principal aportante a la campaña de Mauricio Macri, entró en cesación de pagos a sus proveedores por problemas financieros. Según un comunicado oficial de la empresa distribuido ayer desde su sede de la ciudad de Buenos Aires, “ha iniciado un proceso de reestructuración de pagos a partir de una situación de estrés financiero que afecta actualmente a la empresa”. La firma aduce “contexto de crisis recurrentes, aumento de tasas de financiamiento, cierre de mercados y el incremento permanente del costo argentino".
La firma del cordon industrial opera hace 90 años de forma ininterrumpida en el país e invirtió 900 millones de dólares en la actividad local en la última década. "Estamos evaluando distintas alternativas y trabajando para poder cumplir los compromisos adquiridos, somos una empresa familiar que ha crecido y generado oportunidades a partir del apoyo de sus trabajadores, proveedores y de las entidades financieras que en distintas etapas han acompañado y apoyado a la empresa, confiamos en continuar contando con ese apoyo para resolver de manera exitosa la circunstancia que nos toca transitar", se disculpó en el comunicado.
El año pasado Vicentín se ubicó sexto como mayor exportador, con una participación del 9 por ciento de todo el mercado y el despacho de unos 300 barcos al año entre granos, harinas y aceites. En la campaña pasada vendió 4,9 millones de toneladas de harinas y 1,05 millones de toneladas de aceites. En el primer cuatrimestre del año exportó 2,6 millones de toneladas en total.
La situación de la empresa coincide con un aumento en la liquidación de la cosecha retenida del año pasado, dado que muchos productores buscan adelantarse a ingresar sus dólares antes de que el próximo gobierno revise el esquema de retenciones. Desde el sector reconocen que por el adelantamiento de liquidación, la exportadora se quedó sin fondos para pagarle al productor con los adelantos, el grano para vender en el exterior.
El miércoles pasado comenzaron los rumores cuando se supo que Vicentín tenía 700 camiones en sus terminales listas para hacer la operación, pero no había acreditado el pago de sus obligaciones y argumentó problemas para financiar en el corto plazo la mercadería comprometida. La firma cortó la cadena de pagos y mantiene una deuda de 23.300 millones de pesos, de los cuales 79 por ciento está concentrada en el Banco Nación.
La empresa destaca que la inversión realizada en la última década en el país le permitió un “aumento significativo de las toneladas de molienda y exportación”. “Pero fue afectada por un contexto de crisis recurrente, el aumento de las tasas de financiamiento, el cierre de mercados y el incremento permanente del costo argentino”, comunicó la compañía agroindustrial.
Desde el mercado local confirmaron que habrá una reunión de corredores para analizar la situación de las entregas y de los contratos pactados en las últimas semanas. Por lo pronto, ya cientos de camiones fueron derivados a otras terminales.